La Policía Local de València no abrirá ninguna investigación sobre los decomisos, detenciones y supuestas agresiones a manteros el pasado 30 de septiembre en la calle Ribera. La concejala de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato, ha decidido plantar cara al Consejo Local de Inmigración y a sus dos socios de Gobierno, Compromís y València en Comú, que votaron a favor de esa investigación en el consejo. Es más, Menguzzato asegura que la Policía Local seguirá persiguiendo la venta ilegal. «Y si alguien de ese consejo quiere que la policía deje de hacer cumplir la ley, que lo diga», añade.

La declaración llevada al Consejo Local de Inmigración hablaba de persecución a los manteros e incluso de «patrón de trato» a este colectivo, palabras muy duras que desembocaban en una petición de investigación interna en la Policía Local con identificaciones y sanciones incluidas.

Finalmente, este documento inicial fue modificado para rebajar básicamente el tono de las acusaciones. Se eliminó, por ejemplo, ese concepto de «patrón de trato», que culpabilizaba por igual y en todos los casos a los agentes de la Policía Local, y se eliminó toda alusión directa a este cuerpo. Pero se mantuvo la petición de investigación, lo que implícitamente supone persistir en la acusación.

A favor del documento votaron las entidades de inmigrantes que lo propusieron y los representantes de Compromís y València en Comú, cuya concejala, Neus Fábregas, es la presidenta del consejo. En contra votaron los partidos de la oposición: Partido Popular y Ciudadanos. Y el Partido Socialista, que gestiona precisamente la Policía Local y que es su principal valedor, no votó porque su representante se había marchado «a trabajar».

Fuera o no así (la oposición dice que se ausentó en este punto concreto) la indignación en las filas socialistas seguía intacta ayer, aún después de rebajar las acusaciones en el texto final.

En línea con lo declarado a este periódico ya el mismo día del consejo, Anaïs Menguzzato fue rotunda en el día de ayer. No habrá ninguna investigación interna sobre lo ocurrido el 30 de septiembre en la calle Ribera, que se resume en un decomiso de prendas falsificadas y la detención de dos personas por venta ilegal. «Nada de agresiones», asegura la concejala, que insiste en que aquella intervención fue «correcta». «Cuando se comete un delito la policía tiene que perseguirlo. Y al consejo puede parecerle bien o mal, pero ya está», asegura.

Dicho eso, la concejala de Protección Ciudadana asegura que la Policía Local va a seguir haciendo su trabajo, que es lo que subyace en el fondo de esta declaración, dice. «Si alguien quiere que la Policía Local no haga su trabajo que lo diga», continúa la concejala socialista, que echa de menos una propuesta alternativa o alguna suerte de solución a este problema, algo que, en su opinión, debería estar planteando el propio Consejo Local de Inmigración. «N0 hubo ninguna agresión y ellos lo saben», porque «si alguna de estas personas hubiera sido maltratada ya estaría el caso en los juzgados».

En resumen, Anaïs Menguzzato cree que la declaración aprobada el lunes «pretende que se deje vender en la calle libremente, algo que es un delito que no se puede permitir». Así pues, advierte de que la Policía Local va a seguir haciendo su trabajo y «va a seguir actuando».

La concejala socialista mostró globalmente su indignación por esta situación y por estas acusaciones, que se han venido sosteniendo desde el día mismo de los hechos, incluso con una concentración de manteros a las puertas del Ayuntamiento de València.

Por cierto, sobre este asunto no ha hablado con su compañera de Gobierno, Neus Fábregas, concejala de València en Comú y presidenta del Consejo Local de Inmigración.