Una de las cuestiones más polémicas de las pasadas Fallas fueron las consecuencias, en forma de suciedad, orines en la calle y ante edificios protegidos en la plaça del Mercat. No obstante, apenas tres semanas después de aquellos incidentes, que provocaron las airadas protestas de los vecinos, el ayuntamiento organizó ayer una verbena en esta misma plaza. Una situación que, ya por la mañana de ayer, era criticada por parte de vecinos de la zona que veían como su plaza se estaba transformando, de nuevo, en un recinto de conciertos, y que temían que aquellas escenas con grandes cantidades de basura en la calle, y ante edificios Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, como la Lonja de la Seda, volvieran a repetirse. Al cierre de esta edición los conciertos continuaban, por lo que será hoy cuando se podrá hacer balance de sí las mismas escenas incívicas se repitieron. Pero, más allá de eso, los vecinos critican que se permitan estos eventos en este entorno protegido y piden «que no vuelva a suceder».

El evento estaba organizado por la concejalía de Inserción Sociolaboral en colaboración con la Dirección General de la Agencia Valenciana de Igualdad en la Diversidad de la Generalitat, con motivo de la celebración del Día del Pueblo Gitano.