El buen tiempo acompañó la jornada del Tastarròs. Un evento gastronómico, organizado por la D.O. Arroz de València y la Concejalía de Agricultura del Ayuntamiento, que llega ya a su cuarta edición y, dado el éxito de años anteriores, quiso desdoblar el evento en dos días, siendo ocupada la plaza del Ayuntamiento desde ayer hasta hoy por una extensa muestra etnológica del producto valenciano por excelencia: el arroz. Desde los más melosos del interior de la C. Valenciana, hasta los arroces secos del litoral.

Más de diez restaurantes de doce comarcas distintas exponían ayer sus productos en una plaza abarrotada hasta los topes. Algunos incluso encontraron en el césped el lugar perfecto para acampar y, dicho sea de paso, resguardarse del sol. Un factor que además propició que muchos prefiriesen el arroz seco al meloso. «El calor no presta que la gente quiera probar arroces caldosos», explicó Silvia Méndez, chef de un restaurante de Pedralba, «sino más bien secos».

De hecho, las paradas de los restaurantes de las comarcas que ofertaban paella o arroz del senyoret fueron las más concurridas con diferencia. Sobre todo la que el chef Juan Carlos Galbis había instaurado en la plaza del Ayuntamiento. Galbis, junto a Begoña Rodrigo, de la Salita y ganadora de Top Chef, plantearon un cara a cara en el escenario: la paella tradicional se debatía entonces con aquella más vanguardista. Los tintes costumbristas de la paella valenciana, sin embargo, no hicieron sombra a la demostración de Begoña Rodrigo, quien manifestó que, al fin y al cabo, que el plato sepa a paella es lo primordial en esto de la cocina.

Pese al calor, también hubo asistentes que se descantaban por el arroz meloso. «Si venimos aquí es porque lo que queremos es degustar arroces diferentes, que de otra forma no podríamos», explicaron Toni Àlvarez y Xelo Donet. Ninguno de los dos se ha perdido ni una sola cita del Tastarròs. Lo aprovechan, dicen, para conocer restaurantes de otras comarcas valencianas. Así lo consideraban también Elisa y Marisa, vecinas de València, que aprovechan el encuentro gastronómico para fijar nuevos destinos en sus numerosas rutas culturales.

Arroz étnico

«El Tastarròs es una ventana hacia la gente», explicó Toni Fernández, chef de un restaurante de Sot de Chera, quien había decidido ofrecer a los asistentes al Tastarròs un arroz senia con jabalí. «Ingrediente propio de la sierra», aseguró.

La gran novedad de este año, sin embargo, se sucedió a lo largo de la tarde. A las 18.30 horas, decenas de personas seguían con su plato de arroz en mano. Esta vez, sin embargo, se trataba de un plato «étnico», fundamentalmente sushi o risotto, amenizado en todo momento por la música de grupos locales de rock como Tenda o Los Roper. Se trataba del Tastarròs étnico, un intento de la edición por abrirse paso entre el público más joven e inquieto. Y lo logró.

Asimismo, una vez finalizada la degustación, algunos de los platos utilizados se convirtieron en obras de arte gracias a la ilustradora y diseñadora alcireña Empar Piera, habitual colaboradora de la ONG valenciana One Day Yes mediante la donación de diferentes trabajos.