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Urbanismo

El tope de pisos turísticos en el Cabanyal se rebaja al 10 % ante la presión vecinal

El porcentaje de la zona protegida se amplía a todo el barrio y a la primera línea de playa, donde el PEC permitía hasta un 40%

El tope de pisos turísticos en el Cabanyal se rebaja al 10 % ante la presión vecinal

El nuevo plan especial del Cabanyal-Canyamelar (PEC) fijará un tope del 10% para los apartamentos turísticos en todo el barrio. Este porcentaje, que en el documento inicial del PEC se aplicaba únicamente en la zona protegida del conjunto histórico, se amplía así, en respuesta a las alegaciones vecinales, a todo el barrio, según avanzó ayer la concejala de Turismo, Sandra Gómez, y confirmó el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià.

Gómez insistió, en declaraciones a este diario, que esto no significa que el 10% del total de viviendas del Cabanyal (11.600, según el padrón de 2016) sea susceptible de convertirse en alojamiento turístico, ya que todas las solicitudes deberán pasar el filtro del permiso de compatibilidad urbanística municipal, que solo permite esta actividad en plantas bajas y primeros pisos.

El nuevo plan especial del Cabanyal, que se empezó a tramitar hace ya tres años y cuya redacción se encargó a los urbanistas Gerardo Roger y Luis Casado, establecía desde la calle Doctor Lluch hacia el oeste un tope de un 10% de pisos turísticos por cada manzana de vecinos. En las unidades de ejecución nuevas, ubicadas en primera línea de playa, en Doctor Lluch, el porcentaje subía hasta un 30% llegando al 40% en la unidad de actuación de Eugenia Viñes, junto a la Marina y el futuro hotel previsto en el plan.

Los alojamientos turísticos han sido objeto de crítica por parte de Salvem el Cabanyal, que ya obligó a modificar el plan para evitar la recalificación de zonas verdes para uso residencial, y de la Asociación de Vecinos del Cabanyal. Incluso València en Comú, socio del Govern de la Nau, se ha sumado a las alegaciones vecinales, encaminadas a evitar que se repliquen en el Cabanyal los problemas de turistificación del Carmen o Russafa.

Los reajustes que los redactores del plan han ido haciendo en estos tres años de tramitación no han evitado que el documento inicial haya recibido 40 alegaciones, lo cual deja en evidencia la falta de apoyo ciudadano al documento y desbarata los plazos para la aprobación inicial del nuevo plan del Cabanyal. Una vez incorporadas las alegaciones que se consideren oportunas y en función del calado de estas se decidirá si el plan se somete a un nuevo periodo de alegaciones, como ha ocurrido con el plan de Ciutat Vella. En todo caso, la concejalía de Desarrollo Urbano no confía ya en aprobar inicialmente en esta legislatura el nuevo plan del Cabanyal. Con el 26M a la vuelta de la esquina, lo máximo a lo que se podría llegar es a aprobar en la próxima comisión de Urbanismo la remisión del documento.

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