Está prohibido que elementos como motos eléctricas, embarcaciones o tablas de surf compartan espacio con la zona de bañistas de las playas de València. No obstante, ayer la imagen era otra. Aún no se había balizado el agua, por lo que no había nada que delimitase los 200 metros que están reservados únicamente para los bañistas. Así que muchos de los usuarios de la escuela de surf entraron a practicar en una zona que, en otro momento, no les habría estado permitido. Desde la coordinación de las playas aseguran que ningún año han tenido este problema, aunque reconocen que la escuela lleva solo un año. Por fortuna, la cercanía entre unos y otros no provocó ningún incidente más allá de algún bañista incómodo que se tenía que retirar del lugar en el que se encontraba para no ser arrollado por alguna de estas tablas.