El Ayuntamiento de València ha aprobado una prórroga de cinco meses, hasta noviembre de este año, para las obras de rehabilitación de l'Escorxador, uno de los edificios históricos emblemáticos del Cabanyal que se convertirá en espacio cultural, ciudadano y archivo del barrio. La empresa adjudicataria de la obra (Contractes Vilor) se adjudicó en julio del año pasado la intervención, sufragada con cargo al plan de inversión productiva (anterior plan Confianza) y el pasado 23 de mayo solicitó una prórroga de los plazos por la aparición de una cubierta de fibrocemento detectada durante los trabajos de demolición de elementos impropios que se está llevando a cabo en el edificio.
Al problema de la cubierta de fibrocemento se suma los problemas estructurales del edificio anexo que han llevado a la dirección facultativa de la obra a paralizar la intervención al comprobar durante los trabajos de excavación y cimentación de la zona de ampliación el riesgo de que el edificio anexo al antiguo matadero del Cabanyal se viniese abajo. Se trata de un pequeño inmueble, de propiedad municipal, muy degradado que la concejalía de Vivienda debía haber restaurado hace tiempo.
El mal estado por años de abandono y degradación pasa así factura a una de las intervenciones sobre el patrimonio histórico más esperadas en el Cabanyal.
Se trata de obras en todo caso no previstas inicialmente en el contrato, apunta la empresa adjudicataria, que además advierte de que para poder ejecutar la obra es necesario llevar a cabo la demolición parcial del edificio anexo a l'Escoxador.
El edificio al que se refiere el contratista está gestionado por la Concejalía de Vivienda, en manos hasta ahora de Podemos. Existe un proyecto de restauración pendiente por parte de este área pero todavía no se ha contratado la obra. «Por tanto mientras este edificio no se apuntale o restaure existen dificultades para poder finalizar determinadas partes de la obra» en l'Escorxador.
