La aparición de los restos de la acequia árabe de Rovella, en la calle de Sant Miquel, han obligado al Ayuntamiento de València a paralizar el soterramiento de los contenedores de la basura. Fuentes municipales confirmaban ayer el hallazgo, que por otra parte ya preveían antes de iniciar la actuación urbanística. Las obras contaban con todas las autorizaciones del servicio de arqueología, pero ahora el consistorio tendrá que aguardar al dictamen definitivo de Patrimonio.

Este tipo de aparición es muy habitual cuando se acometen excavaciones en la ciudad, cuyo subsuelo está plagado de yacimientos, especialmente de la época musulmana y medieval, como es el caso de la acequia de Rovella. Una de las ocho de la Vega de València que están bajo la jurisdicción del Tribunal de las Agua, y cuyo origen histórico estaba en el azud de Rovella.

Las arquetas soterradas entraban dentro de la partida de los presupuestos participativos Decidim València para los barrios de Russafa, el Cabanyal-Canyamelar, Benimàmet, el Carme y el Mercat. La ejecución de las obras, con un presupuesto de 571.006 euros, viene de la legislatura anterior. La actuación contemplaba la instalación de subterráneos con cinco unidades tanto en la plaza del Doctor Landete (Russafa), como en la confluencia de la plaza de la Creu del Canyamelar y la avenida del Mediterrani (en el Cabanyal-Canyamelar), en la calle de Sant Miquel (El Carme) y en la plaza del Doctor Collado (El Mercat). Un tipo de actuación extendida en entornos urbanos protegidos, núcleos históricos tradicionales y otros casos singulares, que ya cuentan con contenedores soterrados, y muy reclamada tanto por los vecinos como por los comerciantes de esas zonas.