El Día Sin Coches celebrado ayer estuvo marcado por el fin de la moratoria de la nueva ordenanza de movilidad de la ciudad de València sobre las multas a vehículos de movilidad personal. A partir de hoy, los que no cumplan con el reglamento ya serán multados. Ayer, la plaza del ayuntamiento se llenaba de personas usuarias de la bicicleta, por la celebración de la Fira de la Mobilitat y también porque era el punto de encuentro de las seis marchas que habían partido desde varios puntos de la ciudad. Las personas que se desplazan en bici comparten, desde hace unos años, los carriles bici con los patinetes, pero es esta nueva ordenanza la que regula que así sea y la que impone multas para infracciones diversas como superar los 20 km/h o no llevar casco.

Los y las ciclistas, que no contaban con esta moratoria de multas de la Ordenanza de Movilidad Sostenible, aprobada el 8 de junio, veían ayer bastante bien que esté ya entre en vigor para personas usuarias de cualquier tipo de vehículo, patinetes incluidos.

De este modo, Carmen de Monte, vecina de Mislata y que participó en una de las marchas, decía que le parece «correcta» la nueva ordenanza, de la que aseguraba estar informada, y añadía que «el que tiene un vehículo debe cumplir con las normas». Eso sí, pedía «más infraestructuras y carriles bici para que se potenciemoverse en vehículos que no contaminen». E instaba a «reforzar las multas a los coches». Desde otra de las marchas, la de Patraix, llegaba a una plaza del ayuntamiento ya repleta de gente, Beatriz Giménez con sus hijos y su marido: «Estas iniciativas nos parecen estupendas porque hay que incentivar más la bicicleta y los patinetes», afirmaba.

Sobre el fin de la moratoria, decía estar de acuerdo porque «es un peligro para los demás que haya gente que vaya haciendo el loco». Además, aceptaba compartir el carril bici con los patinetes «siempre que respeten las distancias y las velocidades».

Aparcando su bici encontramos a Juanvi Pascual, que llegaba con su hijo, a quien asegura haber enseñado desde pequeño «a ir en bici de forma segura, respetando los pasos de cebra, los semáforos y las direcciones». Sobre la ordenanza, decía que es positiva porque «todos estamos aprendiendo a convivir y respetarnos», pero criticaba que algunas multas previstas «son algo excesivas».

Por su parte, Alejandro de Esteban, vecino de Picanya, animaba a darla más a conocer con coloquios y formaciones en los barrios y asociaciones porque València «es una ciudad perfecta para ir en bicicleta o patinete por el clima, la geografía y por todo». Otra ciclista concienciada era Marianela Gómez, quien ha montado un grupo de usuarios de bicicleta. Ella aseveraba que «está bien que entre en vigor la ordenanza porque la verdad es que hay gente que merece que la multen». Ella lanzaba otra reflexión: «Somos un vehículo y hay que respetar las normas porque es mejor llegar tarde que no llegar».