El consejo de administración de la Autoridad Portuaria de València (APV) ha aprobado esta mañana seleccionar la oferta del concurso público y continuar con la tramitación prevista para otorgar la construcción y explotación de la nueva terminal de contenedores de la ampliación norte del recinto del Grao al grupo Terminal Investment Limited (TIL), controlado por la naviera Mediterranean Shipping Company (MSC). El acuerdo del máximo órgano de control portuario, presidido por Aurelio Martínez, ha contado con la oposición del alcalde de València, Joan Ribó, que no descarta emprender acciones judiciales.

El alcalde ha insistido en que la petición de someter la ampliación a una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA), aunque Valenciaport ya la posee desde 2007, cuando inició los trámites para construir el dique de abrigo, ya construido y finalizado en 2012.

El puerto de València sigue así con la ampliación que requerirá una inversión público-privada de 1.400 millones de euros. Tendrá una extensión de 132 hectáreas y capacidad para albergar 5 millones de contenedores. El recinto del Grao considera que el puerto quedaría saturado dentro de seis u ocho años. Asegura que la tendencia del mercado justifica esta ampliación, que permitirá que el puerto alcance una capacidad de 12 millones de contenedores. De esta forma, se convertiría en el tercero de Europa.

La nueva instalación, que tendrá terminal ferroviaria, dispondrá de hasta 2 kilómetros de línea de atraque, con 132 hectáreas (la ZAL tiene 60) de superficie y 700 metros de ancho. Pensando en la productividad y la reducción de costes laborales , la APV tambien quiere que sea automática al 100 %.La ampliación norte es la mayor del obra de infraestructura de la historia del puerto.

Martínez, Ribó y el conseller de Política Territorial y Obras Públicas, Arcadi España, se reunieron esta semana con el objetivo de desbloquear el diálogo y acercar posturas en relación a las obras de la ampliación norte y al túnel del acceso norte, que el puerto defiende como prioritarias para que garantizar su competitividad y que la ciudad cuestiona por su impacto ambiental. Al término de la reunión, comparecieron el alcalde y el conseller, quien anunció que la Autoridad Portuaria va a encargar un estudio a expertos independientes para que evalúen el impacto global del puerto sobre la ciudad y sus playas. «Evaluará su impacto no solo desde el punto de vista económico como hasta ahora, también ambiental y de movilidad», apuntó España.