El Ayuntamiento de València ha acordado con los vendedores del Mercado Central sacar a concurso público la gestión del recinto, lo que en la práctica supone privatizar la misma. Ambas partes entienden que es la única manera de que la Asociación de Vendedores, que lo gestiona en la actualidad, o una nueva asociación de vendedores de reciente creación,puedan seguir administrando el mercado como hasta ahora, con el riesgo, eso sí, de que otras empresas privadas puedan entrar en competencia. Queda descartado que la gestión vuelva al consistorio, que era la idea barajada por la Concejalía de Mercados al verse obligada por la ley a acabar con el modelo de autogestión existente hasta ahora.

Con este acuerdo, que deberá ser ratificado en asamblea, se resuelve un conflicto entre vendedores y consistorio por el control del más importante mercado de València y una de las más importantes galerías de fresco de Europa. Los vendedores, que se encargan de su gestión en la actualidad, querían seguir con este modelo, pero el ayuntamiento se vio obligado a aplicar la ley de 2015 y cambiar la situación, para lo cual les dio tres años de prórroga que finalizan el próximo 31 de diciembre. Su idea inicial era gestionar directamente el mercado, como todos los demás, aunque abierto a negociar otras fórmulas que mejoraran su autonomía.

Y ayer, tras una larga reunión, se llegó a un acuerdo. «A propuesta de los vendedores» se decidió sacar a concurso público la gestión del mercado con la idea de que puedan presentarse ellos mismos, aunque con la opción de que lo hagan también las empresas privadas que puedan estar interesadas en ello.

Según fuentes municipales, la nueva legislación, promulgada por el PP, impedía seguir con la autogestión y el ayuntamiento lleva desde 2016 trabajando con el Mercado Central y el mercado del Cabanyal para resolver el nuevo escenario normativo. Pero «mientras el mercado del Cabanyal ya ha comunicado al ayuntamiento su intención de poner fin a la autogestión y que sea el consistorio quien asuma la gestión directa, en la reunión de ayer con el Mercado Central se planteó convocar un concurso público».

Así pues, la Concejalía de Comercio, según explicó el concejal Carlos Galiana, iniciará los trámites para la redacción del pliego de condiciones y la convocatoria pública de un contrato de gestión del mercado. Y entre tanto, el Mercado Central continuará con la gestión diaria como hasta ahora.

«Desde la concejalía de Comercio valoramos de forma positiva la reunión con el Mercado Central y la vuelta a las negociaciones. Y aunque ésta no era nuestra primera opción, aceptamos la propuesta colocada encima de la mesa y así poder resolver la situación del cambio de legislación que se había de afrontar antes de que finalizara el año. Con diálogo y trabajo conjunto se puede lograr una solución positiva para el Mercado Central», dijo Galiana.

La única opción

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Vendedores del Mercado Central, Merche Puchades, dijo estar satisfecha del resultado de la reunión a la espera de lo que diga la asamblea de vendedores, que se convocará probablemente para el 22 de octubre. «No es una propuesta que hayamos presentado nosotros, es que no había otra manera legal de seguir con la autogestión si no era a través de un concurso», explicó Puchades, que admite que «existe el riesgo» de que otras empresas se metan por medio, pero que está convencida de que «si el pliego de condiciones recoge todos los servicios que tiene ahora mismo el mercado, estaremos entre las mejores propuestas».

Ahora su papel será explicar a los vendedores cuál es la situación y aclarar muy bien el alcance del acuerdo alcanzado ayer, ya que «nosotros hemos hablado todo este tiempo de seguir con la autogestión y ahora ha surgido esta otra opción», dijo.

Puchades es consciente de que ese concurso no será inmediato, pues la burocracia dilata mucho este tipo de procesos, pero agradece el compromiso del concejal de Comercio de mantener la gestión como hasta ahora, es decir, en manos de los vendedores, mientras no haya un adjudicatario.