La reunión del comité asesor Puerto-Ayuntamiento de València, celebrada ayer, sirvió para desbloquear la puesta en marcha de la nueva terminal de cruceros del recinto del Grao. Descartada su posible ubicación en la macroampliación norte -que quedará solo para muelles de contenedores- las viejas instalaciones de Unión Naval Levante (rescatadas por la Autoridad Portuaria de València al Grupo Boluda) albergarán esta terminal para buques de cruceros y líneas regulares de pasajeros, cuyo pliego de bases y condiciones para su construcción y explotación se aprobarán en el consejo de administración de la APV del próximo 19 de diciembre.

La mencionada infraestructura, según avanzó el máximo responsable del recinto del Grao, Aurelio Martínez, en presencia del alcalde del cap i casal, Joan Ribó, cuenta ya con el consenso de las dos administraciones después de largo tiempo de bloqueo. La estación exigirá que los buques de cruceros puedan apagar sus motores y conectarse a la red eléctrica cuando estén atracados en los muelles. Con esto se contribuirá a la reducción de gases contaminantes.

Para ello será necesaria la puesta en marcha de la próxima subestación eléctrica, que tendrá una capacidad de 30 MW y supondrá una inversión de 8 millones de euros. Superado no sin dificultades su tramitación en la Conselleria de Economía ahora el expediente requiere el visto bueno de Transición Ecológica para poner iniciarse su construcción y posterior explotación. Estará situada junto a la actual de Trasmediterránea.

Accesos para transporte público

La futura terminal de cruceros se ubicará en un nuevo muelle de 546 metros. La APV ha sacado a licitación la redacción del proyecto constructivo, cuyo coste se ha estimado en 222.000 euros. También quiere estudiar la capacidad de recepción de buques y pasajeros para no saturar la ciudad, tal como ocurre en otras urbes europeas. Valencia recibió 421.518 cruceristas en 2018, un 2,2% más que en 2017. Barcelona tuvo 3 millones.