Ha fallecido Rogelio Santiago Carmena, futbolista e hijo a su vez del mítico Santiago Lelé que jugó en el Valencia de los años cuarenta y de quien heredó el simpático apodo. Rogelio había nacido hace noventa años en la Coruña, en un edificio situado enfrente de la torre de Hércules. Quizás esta nota mitológica explica su inquebrantable fortaleza. Llegó a València con apenas diez años, cuando su padre fue fichado por el Valencia. Desde siempre se decantó por el deporte, aunque tuvo una carrera más modesta que su progenitor, jugando primero en un equipo local del barrio de la Xerea que llegó a entrar en octavos de la Copa en los años cincuenta y después en el Acero de Sagunto. Casó con una mujer tan fuerte como él, Concepción Estrada, y tuvo tres hijos: María de Carmen, Rogelio y Carolina. Las hijas de Maria del Carmen le convirtieron en bisabuelo muy pronto. Su padre fundó una empresa de transportes, «autocares Lelé», que se encargaba de la movilidad de los principales equipos de la ciudad. Después Rogelio entró como Jefe de Planta de la Ford donde estuvo trabajando hasta que se jubiló. El buen carácter y su amabilidad le granjeó muchas amistades en Ruzafa, pues vivió en la calle Duque de Calabria y era habitual verle pasear con sus perros, viviendo una senectud tranquila pero dura. Sufrió tres cánceres y a los tres cánceres los venció uno detrás de otro. Finalmente el pasado domingo, después de comer, se acostó y se despidió del mundo. Una gran persona, un excelente deportista, un magnífico ser humano.