La Audiencia provincial de València ha rechazado la última oportunidad que tenía Pere Fuset para evitar sentarse en el banquillo de los acusados por un presunto delito de homicidio imprudente.

La sección cuarta ha rechazado el recurso que presentó el concejal de Cultura Festiva y portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de València contra el auto que dictó un juez por el que ordenaba su procesamiento por el accidente laboral mortal de un trabajador durante el montaje de las gradas de los conciertos de Viveros en la edición de 2017.

La decisión aboca a Pere Fuset a juicio y sitúa al Ayuntamiento de València como responsable civil, por lo que deberá asumir la indemnización que se derive en el supuesto de que el caso acabe en condena. La familia ya ha presentado su escrito de acusación al juzgado y pide una pena de cinco años de prisión para Fuset por estos hechos.

La Audiencia notificó su resolución a Pere Fuset y al propio ayuntamiento el pasado día 16 de enero pese a que públicamente se conoció ayer. El dirigente de Compromís había solicitado a la sala que anulara el auto de procesamiento y denunció que el instructor tomaba esta decisión sin resolver la petición de archivo que había presentado.

Pero para el tribunal «ninguna de tales criticas puede ser de recibo». «No procede, desde luego, la declaración de nulidad del auto, por supuesta falta de respuesta a una petición de diligencias o por falta de espera al resultado de ciertas diligencias sí acordadas, o por ausencia de respuesta expresa a una petición de sobreseimiento».

Según la Audiencia, «hay que tener en cuenta que la empresa a la que se le había adjudicado por el ayuntamiento el servicio de instalación, montaje y desmontaje de infraestructuras y servicios complementarios para los espectáculos musicales era Radio Popular SA» y que fue Fuset quien contrató a T-Tercios el 21 de febrero de 2017 para la actuación de los artistas en los conciertos» e informó a Radio Popular de la instalación de las gradas.

De hecho, Fuset envió una carta a Radio Popular «firmada de su puño y letra», una carta que según la Audiencia se remitió con «total premura temporal» y comprometía «la instalación de gradas por terceros que no habían participado en el concurso». Concluye que Fuset tomó esta decisión «al margen de cualquier procedimiento administrativo, y que, según se afirma en el auto recurrido, tendría que ver ademas con un trueque o compensación ilegítima».

La Audiencia subraya que «se impone por el concejal la aceptación de la instalación de las gradas a toda prisa, pero ni el concejal recurrente ni ninguna otra instancia del ayuntamiento exigieron que aportaran el estudio de seguridad y salud para el montaje de las obras, del que no se disponía».

Esta participación del regidor «no puede reputarse baladi, que puede que no fuera el encargado a pie de obra de realizarla, ni tuviera funciones en materia de seguridad en el montaje e instalación de las gradas, ni diera órdenes en el modo de prestar la actividad laboral, pero tomó la decisión de su realización, al margen de la legalidad, y despreocupándose de las medidas de seguridad para los trabajadores».

La Audiencia puntualiza que la responsabilidad de Pere Fuset «no deriva solo de su mera calidad de concejal actuante en nombre del ayuntamiento promotor, si no también de su actuación personal, libre, voluntaria, fuera del procedimiento legalmente establecido, y desentendida de las medidas de seguridad». La decisión de la Audiencia es firme y Fuset ya no puede presentar más recursos, solo su escrito de defensa. La Audiencia también ha rechazado el recurso de la Fiscalía.

El trabajador que falleció durante el montaje de la gran novedad de la edición de 2017 de la Feria de Julio, unas gradas con capacidad para 950 personas que no se han vuelto a instalar en ninguna otra edición, tenía 47 años, estaba casado y con dos hijas.

El atestado de la Policía Nacional incluido en la causa recoge que la víctima mortal cayó como un péndulo hacia abajo desde una altura superior a los tres metros con resultado de muerte cerebral. Falleció siete días después, el 4 de julio, en el Hospital La Fe.