El ayuntamiento recurrirá la decisión de la Dirección General de Trabajo de rechazar el ERTE de la Empresa Municipal de Transportes al no aceptarse la justificación de «causa de fuerza mayor». Pero que a la vez se acelerará el plan B, hacerlo por «causas productivas», y que obligará al consistorio a afrontar una parte mayor del gasto derivado.

Joan Ribó señaló que los usuarios han bajado un 90 por ciento por la crisis sanitaria y que ese fue el motivo por el que se pactó con los trabajadores el convenio ahora rechazado. «Hay una interpretación diferente de la Generalitat y los servicios jurídicos y de intervención del Ayuntamiento respecto a los conceptos de la cuenta de ingresos. Lo vamos a recurrir y a la vez se va a presentar otro expediente en condiciones diferentes y ya se ha iniciado la negociación con los sindicatos». Ribó insistió ahí en la petición de los alcaldes de emplear el superávit municipal para afrontar los gastos extraordinarios derivados de la crisis sanitaria.