«Cambiará por completo la concepción que la ciudadanía tiene de este espacio». Ese es el mensaje que lanza el concejal de Comercio, Carlos Galiana, tras la reanudación de las obras de rehabilitación del Mercado del Grao. La vuelta a la actividad de la obra pública ya adjudicada, tras superarse las primeras etapas de confinamiento por el Coronavirus, han reactivado una obra que empezaron en febrero de 2019 y que convertirán el añejo espacio en un modelo diferente, que combinará zonas abiertas y verdes y en el que la venta se combinará con los contenedores culturales.

Las obras ya han comenzado con el montaje de la nueva cubierta, que está hecha con madera, material que confiere un ambiente «cálido y tradicional al mercado», y ya se ha derribado el muro que permitirá la apertura de este espacio a la ciudadanía.

Antes del verano del pasado año ya se había producido el desmontaje de la cubierta así como la restauración de toda la estructura de metal, que permanece como vestigio del pasado. Precisamente, la puesta al día de ésta provocó uno de los aplazamientos de la obra, al producirse nubes de polvo por la arena empleada para estas labores.

El del Grao es uno de los mercados considerados como emblemáticos por este área del ayuntamiento. «Uno de los más desatendidos de los últimos años» en palabras de Carlos Galiana, quien siempre se ha mostrado crítico a los anteriores equipos de gobierno, que lo dejaron, en palabras propias, «abandonado a su suerte», y cuya rehabilitación está considerada como uno de los grandes retos de legislatura, aunque el inicio de sus trabajos empezaron en el último tramo del pasado cuatrienio de gobierno progresista.

En el antiguo espacio del mercado tan solo quedaban cuatro puestos abiertos. En el proyecto aprobado por el ayuntamiento se incluyen 19 puntos de venta.