Una familia propietaria de un campo de nueve hanegadas ha conseguido, de momento, detener la instalación de una torre de luz que el proyecto prevé situar «en medio de nuestro campo», lo que según Carmen Dolz, vecina de València y una de los tres dueños del terreno, «desgraciaría por completo el campo y dificultaría mucho el cultivo», ya que la torre está prevista a 10 metros de los márgenes del mismo. Actualmente hay un poste de pequeñas dimensiones.
La familia Dolz ya alegó al proyecto cuando vio que, además de expropiarle unos 300 metros de campo, le expropiaban otros cuatro metros cuadrados para instalar una gran torre de luz. Ellos no se negaron a la instalación, pero sí a la ubicación de la misma, ya que el campo «acaba partido por un lado porque los técnicos se han empecinado en que debe ir al medio y no en el linde con otro campo, que sería lo normal». «Queremos que lo sitúen en uno de los márgenes, en nuestro terreno, con eso no hay problema, pero se han negado sistemáticamente a aceptar nuestras alegaciones y ahora han venido con las máquinas a hacerlo», relataba a este periódico.
Pero Carmen Dolz y varios familiares acudieron primero a pie de obra para detener los trabajos y hablar con los operarios. Ayer volvieron porque habían construido una acceso con piedras y grava en su campo para instalar la torre y tuvo que interceder la Guardia Civil ante las protestas, avisada por la empresa constructora, que elaboró un informe de los sucedido. «Les hemos explicado que por distancia y tirada la torre puede ir perfectamente desplazada 10 metros y no nos fastidian el campo. Nunca en la huerta las torres de luz se han puesto en medio de los campos, sino en los márgenes con otro, pero no nos quieren escuchar. Hoy el acceso con piedras lo han hecho por el campo del vecino», lamenta Carmen Dolz.
La familia no está sola en esta pequeña batalla contra el Ministerio de Fomento, ya que el colectivo Per l'Horta les está acompañando en las protestas y se ha dirigido a la Delegación de Gobierno para que atienda las peticiones de la familia. Carmen Dolz lamenta la falta de diálogo. «No quieren saber nada. Es un desastre, una manera de destrozar un buen campo de 9 hanegadas muy productivo. Solo pedimos que hagan el menos daño posible», reclama. Per l'Horta ha convocado este domingo a las 11 horas una concentración en el lugar.
