Con esta decisión de la Universitat de València y el Ayuntamiento de la capital se frustra probablemente la única posibilidad que tiene el histórico Jardín Botánico de ampliar sus instalaciones, unas de las más prestigiosas del país. Se trata de un jardín con más de doscientos años de antigüedad heredero de una historia de jardines botánicos que comenzó en València hace cuatro siglos. Tiene una superficie de cuatro hectáreas, como cuatro campos de fútbol, y alberga ejemplares procedentes de todos los continentes, desde los bosques más próximos a los más exóticos. Pero sobre todo, el Jardín Botánico es una fuente de divulgación, de enseñanza y de conservación, empezando por su semillero y terminando por sus invernaderos. También tiene un alto valor desde el punto de vista arquitectónico, por lo que puede decirse del Botánico que es uno de los emblemas de la ciudad desde el punto de vista de la naturaleza.