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La regulación de los patinetes de alquiler cae en el olvido

Movilidad no ve prioritaria la normativa de este tipo de vehículos por su "escaso uso ciudadano"

Patinetes eléctricos en la Marina de ValènciaGERMAN CABALLERO

La Concejalía de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de València ultima el estudio sobre los patinetes eléctricos que encargó a principios de año para conocer la «capacidad de absorción de la ciudad de este nuevo medio de transporte sostenible, que irrumpió con fuerza en muchas ciudades hace dos años.

El estudio tratará de establecer cuántos patinetes de alquiler caben en la ciudad para no colapsar el espacio público y sobre todo los carriles bici, donde ya tienen que convivir las bicicletas (públicas y privadas) de alquiler y las motos eléctricas, también de alquiler (que se adelantaron a los patinetes aprovechando el vacío legal)

El estudio que servirá de base para la normativa que regulará los patinetes eléctricos de alquiler no es, con todo, la prioridad de la concejalía de Giuseppe Grezzi, de Compromís. La crisis de la covid-19 ha dejado en evidencia que los patinetes de alquiler «los utilizan los turistas y ahora han caído en desuso» en muchas ciudades, como París, donde se han recuperado cientos de patinetes abandonados del fondo del río Sena, detallaron fuentes de la concejalía de Movilidad Sostenible.

«Afortunadamente», apuntan las fuentes de Movilidad consultadas, en València no se terminó de regular antes de la pandemia el uso de los patinetes porque de lo contrario «ahora nos encontraríamos con un problema». Si se hubiera aprobado su instalación ahora «serían trastos abandonados por las aceras», añadieron las mismas fuentes. La crisis sanitaria ha dejado en evidencia que «el uso de los patinetes eléctricos de alquiler es muy escaso», remarcaron.

El ayuntamiento sí aprobó el año pasado una nueva ordenanza fiscal para establecer los precios que han de pagar las compañías de «sharing» que quieran operar con cualquier vehículo eléctrico compartido por unidad. Las tasas que se fijaron a estas empresas oscilan entre los 60 euros al año por cada patinete básico; 70 por los más grandes o las bicicletas eléctricas; 78 por ciclomotor eléctrico; 82 por moto eléctrica; 715 por cada turismo eléctrico exento de zona azul y 1.028 euros para el resto. Las tasas, sin embargo, aún no se están cobrando al no estar aprobada todavía la nueva normativa que regula los vehículos de alquiler.

Una vez presentado y aprobado el estudio sobre las necesidades de la ciudad, el ayuntamiento decidirá si permite que las empresas desembarquen o si, por el contrario, inicia un concurso público para lanzar una concesión de la ocupación de la vía pública.

La irrupción de las empresas de alquiler de patinetes como Lime Tecnhology en la ciudad no fue bien recibida por el ayuntamiento, que sancionó en 2018 con decenas de multas de 750 euros a la citada empresa por infringir la Ordenanza de Ocupación del Dominio Público Municipal y retiró los patinetes de la vía pública. Luego, las multas interpuestas por la Policía Local acabaron anulándose en los juzgados ante la falta de regulación de esta actividad.

Tras el desencuentro con el Ayuntamiento de València, Lime llegó a un acuerdo para desplegar sus patinetes, como experiencia piloto, en la Marina de València. El acuerdo alcanzado con el Consorcio Valencia 2007 permitió el despliegue inicial de 50 patinetes en marzo de 2019, cifra que se aumentaría de forma progresiva a la demanda. Los patinetes finalmente no han cuajado tampoco en la marina.

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