Los hosteleros de la plaza de la Virgen cumplieron con las órdenes de repintar el espacio de sus terrazas, pero no necesariamente las van a acatar de momento. A primerísima hora, técnicos municipales se personaron para que se confirmara el pintado de la nueva zona en la que tienen que disponer sus sillas y mesas. Lo hicieron, pero a la vez firmaban un acta de disconformidad y acudirán al contencioso administrativo para evitar esta medida. Y mientras, aseguran, seguirán poniendo las mismas terrazas que había hasta ahora «hasta que se resuelva. Y si llega una multa, también la recurriremos». Hoy se confirmará cuántos secundan la medida. Ésta forma parte de la aplicación de la ordenanza de Dominio Público de 2014, que establece una limitación de mesas en la calle en función a variables, siendo la principal la relación entre los metros existentes en el interior del establecimiento y el número de mesas autorizadas: 1’75 metros cuadrados de superficie de terraza por cada persona aforada en el interior. Los bares y cafeterías de la plaza de la Virgen se caracterizan por tener muy poco interior. Están concebidos para la venta en la calle. Fuentes municipales recordaron que estas medidas ya se han aplicado en otros barrios, incluyendo zonas sensibles como Russafa o Algirós e instaron a no entrar en enfrentamiento, habida cuenta que, con motivo del Covid, se están articulando ayudas, como la de bajar mesas a la calzada, para echar una mano.
