Las obras de rehabilitación que se están llevando a cabo en el edificio del Palau de l’Almirall, sede de la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico, ubicada en la calle del Palau, número 14, de València, han sacado a la luz dos ventanas góticas que hasta el momento estaban ocultas y no eran conocidas ni por el equipo técnico ni por los arqueólogos.

Se trata, por un parte, de una «coronella», un tipo de ventana característico de la arquitectura civil del gótico en el territorio de la Corona de Aragón. En su forma original la ventana constaba de dos aberturas, divididas verticalmente por una pilastra central sobre la que se sostenían dos arcos.

Esta ventana, de finales del siglo XIV, da directamente al patio central del edificio, por lo que podrá ser contemplada por los visitantes, ya que la Generalitat prevé abrir al público del palacio. En la Comunitat Valenciana existe una referencia similar de esta arquitectura con una ventana tipo «coronella» en el castillo de Benisanó. La silueta original de la ventana estaba recubierta de material de obra y yeso, de forma que aunque se veía una ventana, no se podía apreciar su forma original.

La otra ventana descubierta se ubica en la antesala de la zona noble del edificio. Estaba completamente tapiada y su hallazgo ha sido casual al realizar unas catas. En este caso se trata de una ventana mucho más antigua, de principios del siglo XIV, y que se sitúa a continuación de un muro de tapia de la misma época. Esta ventana aún conserva parte de su pintura original, que era almagra roja. La almagra es un pigmento empleado en pinturas artísticas y en alfarería y se considera una de las técnicas de decoración cromática más antiguas. La estética de esta ventana es casi militar. El Palau de l’Almirall contaba también con unos baños árabes en una zona anexa y con un horno de pan, lo que da muestran del poder económico y social de su propietario.