Celia Zafra tendrá que ser readmitida por la Empresa Municipal de Transportes de València o recibirá una indemnización de 199.000 euros porque la titular del juzgado de lo Social número 1 ha declarado improcedente el despido de la exempleada de la empresa pública. Tal como explica el abogado de la exjefa de administración de la EMT, el letrado José Martínez Esparza, la sentencia declara el despido «improcedente» porque «no hubo voluntariedad» en su forma de actuar durante el fraude de los 4 millones y por tanto la exdirectiva no incurrió en ninguna conducta punible o delictiva que justificase su cese fulminante.

José Martínez Esparza confirmó a Levante-EMV que la empresa dirigida por Marta Serrano y presidida por el concejal Giuseppe Grezzi tiene ahora 5 días hábiles para decidir si readmite a Zafra o si la indemniza. Esta decisión, dentro de los plazos previstos por la ley, se conocerá la semana que viene. Si la EMT opta por recurrir la sentencia deberá plantear recurso ante la Sala Social del TSJ de la Comunitat Valenciana, también en los próximos días.

Además, en caso de que se readmita a la extrabajadora, ésta deberá volver a su puesto como jefa de administración y percibir los salarios que dejó de ingresar desde el momento en que fue despedida. Es decir, Zafra recibiría unos 75.000 euros porque fue cesada a las bravas el pasado 27 de septiembre de 2019, y cobra 157,95 euros al día.

El abogado declaró que su defendida «está contentísima porque se le ha hecho justicia y se le ha devuelto su honorabilidad». A su entender, Celia Zafra «ha sido una cabeza de turco» a la que los políticos, «el alcalde Joan Ribó y el propio presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi», han querido responsabilizar de una serie de «omisiones y carencias» que presentaba la empresa y que pudieron facilitar la comisión de este robo de 4 millones que sufrió la mercantil entre el 3 y el 23 de septiembre de 2019.

«A Celia Zafra -lamentó el abogado- la han machacado y maltratado de manera inmerecida, después de 40 años trabajando en esta empresa, por lo que con esta sentencia, perfecta y muy bien argumentada desde el punto de vista jurídico, se le ha hecho justicia». Martínez Esparza basó su defensa en que su cliente «fue engañada» por el estafador, por tanto «no hay voluntariedad» porque su personalidad «estaba captada» por alguien que decía ser el propio «Giuseppe Grezzi, presidente de la EMT». Para Martínez Esparza, al no haber actuado «de forma dolosa» su defendida, no debió ser despedida.

La vista del juicio por el conflicto laboral entre Zafra y la dirección de la EMT encabezada entonces por el exgerente Josep Enric García, y en la parte política por Giuseppe Grezzi, tuvo lugar el pasado 10 de diciembre en el Palau de Justicia de València. Sin embargo, tres meses antes, a mitad de septiembre, quedó suspendido porque hubo un acercamiento entre ambas partes para tratar de llegar a un acuerdo.

Ayer el letrado Martínez Esparza reveló que lo de septiembre «fue un simulacro de negociación» porque en la única reunión con la EMT, la empresa exigió que Zafra había cometido «una falta muy grave». Su letrado y ella misma se negaron en redondo porque entendieron que en verdad la mercantil del Ayuntamiento de València «afrontaba esa negociación sin ganas de llegar a ningún acuerdo», enfatizó el jurista.

Aunque la sentencia del juzgado número 1 aún no es firme, también supone una gran noticia para Celia Zafra para afrontar la investigación penal por el robo millonario en la que figura como única investigada junto a CaixaBank. «Después de esta sentencia en el ámbito laboral -dijo Martínez Esparza- a mi entender la causa contra Celia en el juzgado de lo penal debería ser archivada pues en el relato de los hechos de esta sentencia laboral ha quedado claro que mi defendida ha sido una víctima más del engaño, una víctima de un estafador que tenía su voluntad captada y secuestrada».

En ese sentido, el jurista valenciano recordó que durante la vista de diciembre expuso ante el tribunal que Celia Zafra, como el resto del personal de la EMT, carecía de formación específica para afrontar timos como el que aconteció en la compañía pública, el timo del CEO. De hecho, utilizó las conclusiones de la comisión de investigación sobre el fraude contra la EMT al pedir que se incluyera como prueba que en la compañía no se impartía formación en materia de ciberseguridad, lo que quizá hubiera permitido a Zafra detectar que la estaban engañando.