Tras publicar Levante-EMV, en un análisis firmado por el periodista Francesc Arabí que Paco Camps medita volver a la política municipal de València, las reacciones no se han hecho esperar. Máxime porque hace unas semanas Toni Cantó también se postuló como alcaldable del PP en València; y Camps, también lo hizo para el PP, aunque ahora, al parecer meditaría liderar una candidatura independiente. En cualquier caso, esta avalancha de candidatos se produce mientras María José Catalá sigue ejerciendo como portavoz del PP y alcaldable "in pectore". Aún así, la vicealcaldesa Sandra Gómez calificó de "berlanguianas" las hipotéticas candidaturas de Camps y Cantó a la alcaldía del cap-i-casal, y remarcó que el PP de València "se está descomponiendo".

Por su parte, el vicealcalde de Compromís Sergi Campillo acusó a Catalá de "legitimar a la extrema derecha" con intervenciones como la que hizo en el pleno de ayer en la que distinguió "entre fascismo y comunismo" como si no hubiera quedado claro en la historia "que hubo un comunismo democrático que ayudó a aprobar la Constitución Española y colaboró en la restauración de la monarquía" para darle una estabilidad institucional a España.

Campillo coincide con Gómez en que la derecha de este país y de València ciudad "se está descomponiendo, por una falta de entendimiento de lo que está pasando y de cómo tratar a la extrema derecha". Según el alto cargo de Compromís, "ante el auge de Vox, la derecha y el PP se está descomponiendo, con unos síntomas muy alarmantes" como esa falsa dicotomía que hizo Catalá en el pleno de ayer: "Por un lado, el fascismo, y por otro, el comunismo". Esa afirmación de Catalá implica "la rotura del pacto constitucional porque el PCE aceptó y consensuó la Constitución Española" en un gran pacto de todas las fuerzas políticas "del que solo se quedó fuera, la extrema derecha que representa hoy Vox". Al hablar de ese manera, lo que hace la lideresa del PP en València es "legitimar a la extrema derecha como han hecho en Murcia donde gobiernan con ella, y evidentemente, Catalá es un síntoma de esa descomposición de la derecha".

Por su parte, Gómez dijo que el PP de la Comunitat Valenciana y de València "lleva años a la deriva". Así por ejemplo enmarcó la petición de convertir a Rita Barbera en alcaldesa honoraria de València que ha realizado Catalá, pocos años después de pedir en les Corts que se apartase a Barberá de su condición de senadora. "El teatro de esta semana que protagonizó la portavoz del PP responde a la inseguridad que quizá siente liderando el proyecto del PP en València y creo que ha sido una maniobra desesperada para reconciliarse con la vieja derecha que representa Paco Camps y para tratar de capitalizar el viejo legado de Rita Barberá". Por eso, entiende la lideresa socialista en València, que Catalá hizo esa propuesta sobre Barberá que no es más que: "Un lavado de cara a su propia conciencia, pues ella misma fue una de las diputadas que demandó en les Corts que la exalcaldesa fuera cesada porque no era digna -según argumentaron en la Cámara- de seguir representando a los valencianos". A su juicio, lo que está haciendo Catalá es "traer sus propios problemas internos y sus propias inseguridades al Ayuntamiento". Además, "en un acto de hipocresía porque ella pertenece a ese viejo PP lastrado por la corrupción y que lideró con Alberto Fabra y con ese legado de Paco Camps".