Las tres nuevas líneas de metro-tranvía (L10, L11 y L12) se conectarán con el resto de líneas que dan servicio a las poblaciones del área metropolitana a través de dos cañones peatonales («tapices rodantes») que discurrirán bajo el subsuelo del centro de la ciudad. Uno de ellos conectará la estación de la calle Alicante con la de la calle Xàtiva y la estación del Norte, y costará 18 millones de euros, mientras que el otro conectará el vestíbulo de la calle Alicante con la estación de la calle Bailén. El primero discurrirá por debajo de las vías del tren y dará servicio en un futuro a la Estación Central intermodal prevista en la operación ferroviaria del Parc Central, según explicaron fuentes de FGV.

La Conselleria de Política Territorial y Ferrocarrils de la Generalitat ya anunciaron la construcción de un cañón peatonal para conectar el vestíbulo de la estación de la calle Alicante con el vestíbulo de la estación de la calle Xàtiva, donde llegan las líneas 3, 5 y 9 de Metrovalencia. Este túnel incluirá un «tapiz rodante», que permitirán salvar una distancia de 250 metros y un desnivel de tres metros, se incluyen ya en el proyecto de la L-10.

La conexión peatonal de los vestíbulos de la estación de la calle Alicante con el de Bailén, que aprovecha el pasaje existente en el túnel de las grandes vías de Germanías y Ramón y Cajal, entrará en funcionamiento a largo del primer trimestre de 2022, cuando la L10, que conectará el centro de la ciudad, desde la calle Alicante, con Natzaret y la fachada marítima entre en servicio.

El cañón peatonal de la Xàtiva-Alicante anunciado por FGV requiere una financiación extra, por lo que todavía debe recibir el visto bueno del Consell.

El cañón peatonal subterráneo que conectará las estaciones de Alacant y Xàtiva permitirá una conexión rápida y fluida de los viajeros para realizar el transbordo entre líneas. Este túnel peatonal unirá los vestíbulos de ambas estaciones y contará con escaleras mecánicas y de obra, así como ascensor accesible para personas de movilidad reducida.

El estudio de demanda incluido en la licitación de la obra del túnel incluía la posibilidad de ejecutar el cañón peatonal para facilitar el transbordo no solo con las líneas que discurren por la estación de Xàtiva, sino con la red de EMT, la estación del Norte de Renfe y el acceso al centro de València en bici o a pie.

Según se ha publicado, el estudio de demanda citado apuntaba que el tapiz rodante podría desplazar a alrededor de 2.400 pasajeros por sentido y día. De ellos, unos 1.100 lo harían para transbordar a la red de metro y otros 1.300 para acercarse caminando al centro y, bien llegar al destino, bien coger un bus o tren de Cercanías.