D esde finales de los años setenta el movimiento vecinal del Barrio del Carmen, en ese momento la Asociación de Vecinos del Carmen, desarrollaron una reivindicación por la regeneración del barrio. El Carmen no había tenido prácticamente inversiones desde la riada del 57, los problemas de regeneración de edificios, de seguridad ciudadana y demás estaban a la orden del día. Uno de los elementos clave en la reivindicación era la actuación sobre el Patrimonio Histórico, en concreto sobre los restos de muralla de época islámica ( siglo XI) que se levantan a lo largo del barrio y de la Ciutat Vella.

Muchos de estos elementos se encuentran en los interiores de los patios traseros, en algunas calles y en el interior de bajos. Los ciudadanos veían esos elementos no sólo como una parte importante de nuestra propia historia, sino también como parte de la regeneración del entorno. El Patrimonio como elemento de identidad y como generador de progreso y calidad de vida de los ciudadanos.

A lo largo de estos decenios la reivindicación continuó, al mismo tiempo que se reclamaba la protección de edificios y de talleres artesanos, por desgracia a mayor parte desaparecidos. Diversos proyectos, nunca desarrollados, promesas por parte de las Administraciones y poco más. Hasta que a principios del siglo XXI la oficina RIVA presenta un proyecto (sin contar, evidentemente, con los vecinos) para actuar sobre la muralla islámica del Barrio del Carmen: desde la calle Palomino hasta la calle Salinas. Los vecinos ilusionados asistimos a la oficina RIVA para ver el esperado proyecto. Pero cuál fue nuestra sorpresa: la actuación consistía en derribar una quincena de edificios, expropiar a las familias que en ellos vivían y en su lugar construir edificios de la Administración. Un despropósito de plan fue el adjetivo que inmediatamente se le adjudicó. A partir de ahí el descontento de la ciudadanía, de los técnicos independientes, de las asociaciones ciudadanas y culturales, de las universidades... Para organizar la reivindicación contra el plan se constituyó la Plataforma de la Muralla que integra a los Vecinos Afectados, la Ass. de Veïns i Veïnes del Carme, la Ass. Amics del Carme, la Asociación de Artesanos Laborart, Ass. Cultural Atzucat...

Se logró paralizar el plan, montar una Comisión de Seguimiento en diálogo de la Administración con los vecinos ( creo que ha sido la única ocasión en los últimos años y en época de burbuja urbanística) y la elaboración de un proyecto que no afectaba a negativamente a la ciudadanía. Pero desde entonces no se ha hecho nada. La muralla seguía en las mismas condiciones de continuo deterioro, los solares abandonados y el Barrio cada vez más deshabitado.

Pero este año de 2020, a pesar de la situación de pandemia y de preocupación general por la misma, se ha empezado a actuar sobre el lienzo y torreón del Ángel. Un proyecto del Ayuntamiento de València, primero realizando la excavación arqueológica pertinente, se consolidará esa parte de la muralla, construyéndose un edificio como Centro de Interpretación y ajardinando el entorno para hacer visibles y visitables los restos en esa manzana.

Los ciudadanos y ciudadanas del entorno y espero que los del resto de la ciudad nos alegramos, y mucho, que después de prácticamente 40 años de reivindicaciones por fin se actúe sobre este espacio. Debemos tener en cuenta que los restos de la muralla de época islámica es el edificio más antiguo de la ciudad (mil años), puesto que los restos de las anteriores ciudades: la de época visigoda y la romana se encuentran varios metros bajo tierra.

El avance de las actuaciones arqueológicas va mostrando las huellas en el lugar de épocas pasadas: la Posada de l’Àngel, el cementerio de la parroquia de la Santa Creu y también aparecerán los restos de época islámica, la barbacana y el Vall Cobert o foso que rodeaba a la muralla y que fue cubierto en época cristiana.

La actuación estamos seguros que ayuda a la regeneración urbanística de esta parte de la ciudad, que atraerá actividad económica y esperemos que también ciudadanos que vengan para habitar estos lugares cargados de historia.