El representante de la constructora que desarrolla las obras de reurbanización de la plaza de la Reina, así como los arquitectos que desempeñan la dirección facultativa, han advertido por carta al concejal Giuseppe Grezzi, cuyo departamento lidera el proyecto, que la nueva ágora no estará terminada el 27 de abril de 2022.

Las obras tendrán que retrasarse por los hallazgos arqueológicos aparecidos en la zona y por los daños que presenta la estructura del aparcamiento. Como es sabido, recientemente se ha aprobado un modificado del contrato de la obra que supone un coste añadido de 1,6 millones de euros, sobre el presupuesto de adjudicación de 10,7 millones. Tanto la UTE como los codirectores de la obra como el propio Grezzi y sus técnicos acordaron llevar a cabo este aumento del presupuesto, este sobrecoste, por entender que estaba justificado de sobra, debido a estas circunstancias sobrevenidas.

En un escrito fechado el pasado 30 de julio, que consta en el expediente de las obras de reordenación de la plaza de la Reina, el directivo de la UTE Edifesa Collosa expone al concejal de Movilidad Sostenible: «Queremos recordar al Ayuntamiento que esta parte (la UTE) había presentado varios escritos poniendo de manifiesto la aparición de estas circunstancias y el retraso en la ejecución de los trabajos que se habían producido por estas circunstancias». Las circunstancias referidas, que no son achacables en ningún caso a estas empresas ni a sus técnicos, son los importantes hallazgos arqueológicos que han aparecido en la plaza y los problemas estructurales del párquing. 

«Como es obvio, -relata el portavoz de la UTE- la ejecución de los nuevos trabajos que, según la Dirección Facultativa, deben llevarse a cabo, va a suponer un incremento del plazo de ejecución de la obra, pues a día de hoy, ya suponen un retraso en el inicio de determinados trabajos previstos en el plan de obra», matiza.

Por su parte, en un informe fechado el 29 de julio, los co-directores de la obra de reordenación de la plaza de la Reina Salvador España y José María Tomás explican: «.... A fecha del presente escrito, la Obra de Referencia se está ejecutando de acuerdo al programa de trabajos presentado por la constructora de las obras; si bien, cabe indicar que las circunstancias sobrevenidas, ...., han propiciado hasta la fecha una demora de aproximadamente un mes y medio en la planificación inicial de las obras». En cualquier caso, los arquitectos han presentado una propuesta técnica -que junto al modificado del coste fue aprobada- para que las obras continúen de manera provisional.

Tanto la UTE como los directores facultativos están preocupados porque si hubiera que proceder a «la suspensión temporal total de las obras», ello conllevaría «graves perjuicios para el interés público», con afecciones importantes a los vecinos, a los comercios y al tráfico peatonal y rodado del ámbito de actuación, así como a eventos festivos de gran relevancia, pues las obras se ubican en una zona neurálgica de la ciudad de Valencia. Debido a esta circunstancia, el propio Grezzi también optó -de común acuerdo con la UTE y los arquitectos-. por aprobar este modificado del coste final y continuar con las obras de manera provisional, sin acometer la suspensión temporal total de las mismas, circunstancia que exigió la Conselleria de Cultura al aparecer los vestigios que pueden formar parte de la cuarta muralla visigoda de València.

En su resolución del 5 de agosto, en la que aprobó un aumento del 15% en el coste de la obra, Grezzi también alude al impacto económico que podría provocar en los comerciantes y negocios tradicionales del centro histórico más retrasos de las obras, o incluso, una suspensión de las mismas. Por ello, decidió continuar con ellas.

Nadie aclara cuánto se van a retrasar

De cualquier modo, según la documentación que consta en el expediente de las obras de la plaza de la Reina, ninguna de las partes implicadas en la actuación urbana ha aclarado cuánto se van a retrasar las actuaciones. Ni la UTE, ni los codirectores de la obra ni Movilidad Sostenible han podido concretar cuánto se van a retrasar las obras.