La San Silvestre Popular de València no se celebrará. Por segundo año, los corredores no podrán salir la noche del 30 de diciembre a participar en la fiesta deportiva preludio de la despedida del año.

La concejalía de Dpoertes del Ayuntamiento ha optado por la prudencia y ha decidido no convocar a los corredores teniendo en cuenta las especiales características de la prueba, y que tienen como denominador lo menos indicado para la situación actual: la concentración, cuando no abigarramiento, de personas y en un espacio relativamente pequeño.

La San Silvestre no es el Maratón ni ninguna otra prueba habitual del calendario, que se celebra en calles anchas y que pueden permitirse el lujo de las salidas escalonadas. La "sansi" es, en sí misma, un caos, más lúdico que deportivo, sin los controles propios de una carrera más "seria" -cualquier otra de las que se celebra en la ciudad, sin ir más lejos, el Pas Ras del próximo día 19-. A lo que hay que añadir su carácter especialmente multitudinario, que también la diferencia de carreras de este tipo que sí que se celebrarán en otras poblaciones, pero con un número de participantes mucho menor. Además, la suspensión se aplica por coherencia con la suspensión, 24 horas después, de las Campanadas de Fin de Año.