Diversión, gastarse poco dinero y emborracharse son los tres principales motivos que mueven a los jóvenes a hacer botellón, según el “Estudio de Percepción de los Jóvenes sobre el Impacto del Botellón” realizado por la Asociación de Hostelería y Ocio Responsable de Blasco Ibáñez-Honduras, a través de la ONG valenciana Controla Club, dentro de la campaña “Respect. Disfruta de tu ocio respetando la ciudad”.

Con mayor concreción, el 69,6% de las personas preguntadas señala que lo hacen para divertirse, el 52,5% indica que para gastarse poco dinero; el 50% que para emborracharse; el 45,9% asegura que para conocer gente y porque los hacen sus amigos o amigas; el 38,3% responde que por quedar en espacios abiertos y el 29,3% responde que para ligar. 

El estudio, que se ha llevado a cabo mediante una encuesta en la zona durante los meses de octubre, noviembre y diciembre, y en la que han participado 200 personas, concluye también la alta percepción que tienen los jóvenes sobre los riesgos y las molestias que genera esta práctica de ocio no reglado.

Al respecto, señalan como principales problemas los comas etílicos y lipotimias por el consumo abusivo de alcohol y/o drogas, según el 69,3% de las personas jóvenes encuestadas; seguido de los ruidos y molestias a los vecinos, según el 64,5%; atropellos y problemas de tráfico, según el 54%; los atracos y agresiones, según el 50%; y el vandalismo y destrozos en el mobiliario, según el 36,1%.

 

Perfil de los jóvenes que practican el botellón

El perfil mayoritario de los jóvenes que practican el botellón es de una edad media de 21 años, ya que el 53,54% de las personas que han respondido a la encuesta tiene entre 18 y 25 años, el 28,79% es menor de 18 años y el 17,68% tiene más de 25 años.

Además, dos de cada tres son vecinos de valencia ciudad, el 67,68% de las personas encuestadas. Le siguen, en menor medida, vecinos de otras ciudades o pueblos de Valencia, el 16,6%, vecinos procedentes de otras provincias de la Comunidad Valenciana y del resto de España, el 6,5%, y ciudadanos de países extranjeros, el 2,53%.

Otros datos relevantes que desvela la encuesta es la frecuencia con la que hacen botellón y el consumo de alcohol. El 40,2% de los jóvenes preguntados asegura que hace botellón una vez o dos veces al mes, el 33,17% dice que alguna vez, el 16% admite hacerlo todas las semanas y un 10,5% indica que nunca. De los que admiten que hacen botellón, un 57.5% de los encuestados y encuestadas hace un consumo abusivo de alcohol, un 20,7 indica que bebe una cerveza o cubata, un 12,6 indica que casi nunca bebe alcohol y un 9% indica que no bebe alcohol.

 

Conclusiones del estudio: la urgente activación del Observatorio del Ocio y el Turismo

Para la Asociación de Hostelería y Ocio Responsable de Blasco Ibáñez-Honduras y la Coordinadora de Hostelería de los Barrio de Valencia, el estudio, que también concluye que el botellón en la zona ha caído a fecha de hoy más de un 80%, pone de manifiesto que la explosión de la práctica de este fenómeno ha sido coyuntural. De hecho, se hizo visible principalmente durante los meses de meses de verano, en pleno toque de queda y restricciones en bares, restaurantes, pubs y discotecas.

No obstante, resaltan que son necesarias las campañas de concienciación para minimizar todo lo posible su práctica y su impacto negativo tanto para la salud como para el vecindario y los barrios en toda la ciudad. Por ello, apelan a la activación con carácter de urgencia del anunciado Observatorio del Ocio y Turismo para llevar a cabo planes de actuación en este sentido con la colaboración del sector.

Asimismo, recuerdan que, hasta el momento, han sido los propios hosteleros y empresarios del ocio nocturno quienes han realizado este tipo de iniciativas a través de diferentes campañas de concienciación y actividades de mediación en varias zonas de ocio de la ciudad, con resultados satisfactorios que han sido presentados a las pertinentes delegaciones del consistorio.

Pero insisten en la necesaria implicación por parte del Ayuntamiento de Valencia para llevar a cabo medidas efectivas y eficaces, sin dañar ni estigmatizar al tejido empresarial como ha venido haciéndose hasta ahora, porque el objetivo común es el mismo: el consumo de un ocio responsable y respetuoso.