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El faro centenario del puerto, a derribo

La ampliación del puerto de València obliga a desmantelar el faro datado en 1890 y a reconstruirlo fielmente en la Marina

El faro centenario del puerto, a derribo

La ampliación norte del Puerto de València tiene una derivada de carácter patrimonial que ha pasado bastante desapercibida en medio de la polémica suscitada por la Conselleria de Transición Ecológica, en manos de Compromís, contra las obras de colmatación y finalización de los muelles de contenedores de la citada ampliación norte.

En el proyecto constructivo de la ampliación constan los planos originales del faro de 1890 y 1928, en base a los cuales se reproducirá en otro punto del frente marítimo, posiblemente, la Marina de València. En los trabajos de arqueología subacuática que se han llevado a cabo en la zona de la ampliación norte se han descubierto pecios, como un «púlpito» de proa de acero.

La construcción de las nuevas explanadas de contenedores obliga, según consta en la memoria del proyecto constructivo de los muelles de la ampliación norte realizado en noviembre de 2021 por Typsa, a derribar la mayor parte de la estructura del faro centenario del puerto, una pieza histórica cuya construcción se remonta a 1890, que compromete por su ubicación en el dique norte la maniobrabilidad de los barcos de la ampliación. «Debido a las operaciones de dragado y adecuación del puerto a los nuevos tráficos para mejorar las maniobras de los buques Megamax y Everultra (…) se ha previsto la demolición de los bloques de hormigón sobre los que se asienta el faro así como su traslado a un nuevo emplazamiento». Inicialmente se barajó mover el faro unos metros adentro si bien un informe de la empresa Intemac de junio de 2021 desaconsejó hacerlo debido a «su estado de deterioro».

El faro centenario del puerto, a derribo

La torre, de 24 metros de altura, que en su día orientaba a los barcos para arribar a puerto dejó de funcionar cuando se construyeron en 2009 los nuevos diques de la ampliación que impedían que su luz llegara mar adentro. Aunque absorbido por la propia expansión del puerto, el faro siguen en pie y en aparente buen estado.

El faro histórico fue sustituido en 2015 por uno nuevo, más liviano, fabricado a base de fibra de vidrio y carbono, y emplazado en el extremo del dique exterior. Funciona, de manera totalmente automatizada, sin necesidad de farero. El viejo y el nuevo faro están situados uno enfrente del otro. En breve, solo quedará uno en pie.

El estudio de viabilidad sobre el traslado del antiguo faro redactado, por encargo de la Autoridad Portuaria de València, por la consultora Typsa y entregado hace ahora un año desaconseja “salvo que existan condicionantes no técnicos”, por ejemplo de tipo patrimonial, el traslado de la torre vigía. No sería la primera vez que se traslada una construcción portuaria a otro emplazamiento. Una de las últimas infraestructuras removidas del sitio fue el puente levadizo que con motivo del gran premio de Fórmula 1 se cambió de ubicación. El puente se hizo giratorio y se llevó en 2008 al canal de la Marina de València. Para moverlo hubo que traer un barco grúa de Holanda que trasladó la obra de ingeniería pieza a pieza a su nuevo emplazamiento, donde sigue en uso

En esta ocasión la opción de trasladar piedra a piedra el viejo faro ha quedado descartada y se plantea reconstruirlo en otro punto del frente marítimo, posiblemente, la Marina de València. Se plantea así «desmontar el faro existente y la reconstrucción total del fuste del faro en un nuevo emplazamiento». El puerto quiere mantener la memoria del antiguo faro. Para ello tiene previsto construir una réplica, que conservará la linterna o fanal de iluminación construido según el sistema «inglés» como elemento original, y que se construirá posiblemente en la Marina de València. Un nuevo elemento, que aunque descontextualizado, evocará el pasado portuario y se sumará junto a otras piezas, como la antigua grúa cabria, al paisaje de la Marina.

El objetivo, expone la memoria del proyecto constructivo de la ampliación, es que «el diseño, la geometría y el acabado del nuevo faro reproduzcan los más fielmente posible la apariencia del faro original», construido en 1890 y que ya fue objeto de traslado en 1928.

La estructura del faro estaba formada por ocho anillos independientes unos de otros unidos por pernos de manera que «cuando se tuviera que desarmar para trasladarlo de sitio solo hubiese que quitar las tuercas y desenroscar los elementos de unión». El torreón y la linterna actual se recuperarán y se reinstalarán en el nuevo faro. Para el revestimiento se prevé el empleo de piezas de mampostería de canto. Se aprovechará, en lo posible, la sillería y mampostería del faro actual.

Dos barcos romanos hundidos en las inmediaciones de la ampliación norte

Los trabajos de arqueología subacuática realizados por la empresa Arqueomar, con sede en Cartagena, en el fondo marino de la ampliación norte del Puerto de València, no han dado con restos arqueológicos relevantes. Además de «basura contemporánea», como neumáticos, botellas de plástico, platos o escoria, el principal hallazgo ha sido la proa de acero de una embarcación. La zona analizada se encuentra a unas dos millas de los fondeaderos de barcos de época romana y fenicia, ubicados frente a las playas del Cabanyal y la Malva-rosa y El Saler. En las actuaciones que Arqueomar llevó a cabo entre 2006 y 2009 previas a la construcción de los diques de abrigo de la ampliación si se hallaron materiales de interés, en su mayoría romanos, como restos de ánforas «que apuntan a la existencia de dos posibles pecios en las inmediaciones» del puerto, afirma Arqueomar.

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