Los altares vuelven a la calle con Sant Bult y los Niños de San Vicente

La asociación festiva con mayor número de socios y la fiesta que se considerada la más antigua de la ciudad coinciden en el tiempo (fin de semana y lunes) y en el espacio (Ciutat Vella) para reencontrarse en su espacio natural, la calle, tras las suspensiones de 2020 y 2021, que les pillaron de lleno. Conforme pasan los meses van recuperándose todos los acontecimientos festivos que tuvieron que ser cancelados o celebrados en formatos reducidos. En este caso le toca a los Niños de la Calle San Vicente y a Sant Bult. 

Bajo el lema "a la tercera va la vencida", y sin haber dejado de repartir sus cirios, llibrets, medallas, bizcochos y peladillas en los tiempos de ausencia, la Fiesta de los Niños de la calle San Vicente vuelven a ganar la calle. Lo hace sin haber perdido numerarios entre las cuatro mil personas que conforman su base social, sostenida a base de unatradición que pasa de generación en generación, apoyados por lo módico que supone pertenecer a la misma. Cerrarán además el ciclo vicentino 2022 con el último altar y la última procesión. 

Como muestra de las alteraciones que ha sufrido el calendario festivo durante los años de pandemia, en esta procesión aún participarán las falleras mayores de València de 2019, Marina Civera y Sara Larrazábal, dentro de la secuencia de actos "post reinado", ese que finalizaron hace dos años y medio largos. De acuerdo con el listado, esta sería su última aparición en esa condición. De la misma manera que, en este caso, compartirán el paso por las calles con Consuelo Llobell y Carla García, en un año con dos camareras adultas y dos infantiles, que acompañan a su vez a los protagonistas necesarios del bautizo: un padrino y una madrina (Jaume Pons y Marta Murciano) y una portadora, Beatriz Sánchez.

Dos son los actos más importantes de esta festividad. El domingo, 5; a las 13 horas, el Pouet recuperará el bautizo de un bebé, una de las tradiciones más antiguas de la ciudad. Por la tarde, esa criatura será ofrecida en landó a la Virgen de los Desamparados en una comitiva que tiene su punto de recreación histórica. 

El lunes 6 será la Procesión de los Niños, en la que la imagen del San Vicente y San Vicente Niño recorre las calles entre San Vicente y Avenida del Oeste para se entronizada en la calle que lleva su nombre. Ese altar quedará expuesto, para sorpresa de los no avezados, hasta el martes 7 en el que, tras un concierto a las 22.30 horas de la Unión Musical Santa Cecilia de Castellar-Oliveral, se producirà la "baixà del sant". 

Y también Sant Bult

También con altar y con imagen vuelve a las calles la que se considera fiesta popular más antigua de la ciudad, la dedicada al cristo de Sant Bult, una talla no menos antigua, de un cristo en majestad, no sufridor, que es el patrón del barrio de la Xerea y que anuncia su llegada al primer fin de semana de junio. 

En la tarde del viernes 3, la plaza ya se llena con los bailes y el cant d'albaes durante la tarde como previo al sábado en el que, desde las 19.30 horas, hay pasacalle y traslado de la imagen desde la sede social a la parroquia de Santo Tomás y San Felipe Neri para anunciar el pregón. 

El día grande es el domingo, con ofrenda (11 h.), Misa, (12 h.) y el acto principal, la "Lucida Procesión" por el barrio, que transita desde las 19 horas, para, al acabar, entronizarla en el altar ubicado en la plaza. La fiesta se prolonga hasta el lunes con un concierto, de la Banda de Cortes de Pallás ya con el fresco de la noche (22 h.) para, una hora más tarde, hacer una última procesión bajando a Sant Bult del altar y recorriendo nuevamente las calles para, a medianoche, devolverla al local social.

Y la Virgen, en la barriada de Quart

Paralelamente, el Botànic celebra la fiesta de la Virgen de los Desamparados de la Barriada de Quart, con la iglesia de San Miguel y San Sebastián como parroquia anfitriona. Este sábado habrá una visita a la imagen permanentemente en el casal de En Plom-Guillem de Castro y a las 23 horas, una dansà del Grup de Danses Santa Bárbara. 

El día grande es el domingo, en el que se celebrará la procesión por las calles del barrio desde las 19.30 horas. 

En este caso, la particularidad reside en que la imagen se comparte con una comisión de fiestas de Quart Extramurs, llamada "de la Huerta", que recibirá la imagen para celebrar su fiesta y custodiar la imagen durante seis meses.