La vicealcaldesa Sandra Gómez fue la encargada de cerrar el encuentro celebrado en l’Oceanogràfic para conmemorar la apertura del Jardí del Túria. Gómez reivindicó la valentía de Ricard Pérez Casado y su equipo para crear una gran jardín donde estaba previsto construir una autopista. Con vistas al futuro, «la actuación más importante», explicó que va a acometer el gobierno municipal, «es el desarrollo del PAI del Grao» que permitirá la conexión directa «del Jardín del Túria con el mar».

«Aquí es donde -dijo- queremos hacer una apuesta decidida por expandir los límites del cauce del Turia, desbordar el jardín, y conformar un gran delta verde que conecte el río con la Marina, y que remate la prolongación de la avenida de Francia». Esta nueva configuración abandona la idea de que la Alameda «deba prolongarse hacia el puerto como una autopista urbana de 6 carriles», argumentó Gómez.

Porque, insistió, «la València que mira al mar es la que mira también a su jardín del Turia, que cambia una Alameda de asfalto y un circuito de carreras por la autopista verde que hoy es el río, y por un circuito biosaludable que discurra por el gran parque que será el delta del Túria». Con este plan, el delta llevará el Jardí del Túria al Grao, «a su rico patrimonio industrial, y también al Puerto, a sus antiguas naves, a la estación del Grao, la más antigua de la ciudad, y a la Marina y sus tinglados», resaltó. Por último, recordó que el Parc de Desembocadura, cuyo concurso de ideas acaba de convocarse, culminará el Jardí del Túria con más de 2 km, que servirán para coser los 5 barrios de la ciudad.