La ciudadanía ha hecho suya la Plaza de la Reina de València. Desde la apertura al público esta semana de los 12.000 nuevos metros cuadrados peatonales en pleno barrio de la Seu, las personas llenan la plaza a cualquier hora del día y de la noche. Por curiosidad y porque ahora se puede pasear, algo que era bastante complicado con la antigua configuración de la plaza que, en realidad era una macrorrotonda y foco de atascos contínuos a todas horas. Ahora ha quedado liberada del tráfico, a excepción de los vehículos que entran y salen del renovado aparcamiento en el subsusuelo de la plaza, también reabierto.

La metamorfosis de la plaza de la Reina, en 'timelapse' desde 2021 hasta su inauguración

La metamorfosis de la plaza de la Reina, en 'timelapse' desde 2021 hasta su inauguración Joan Ribó / Twitter

La reforma de la emblemática Plaza de la Reina ha sido diseñada por los arquitectos Antonio Escario y José María Tomás y ha generado un intenso debate. A pesar de que tiene más zonas de sombra que en la configuración anterior (115 árboles actuales frente a los 55 de antes) la crítica que se realiza a la remodelación es la necesidad de más zonas de sombra. La losa de hormigón del aparcamiento, construido en los años 70 que se ha querido mantener (decisión que algunos arquitectos critican) es lo que ha impedido plantar especies de mucho porte en el centro de la plaza. El arbolado con raices más profundas se ha colocado en los lados de la plaza. Aunque habrá que esperar a que crezcan para que proporcionen una buena sombra. El espacio central también se ha dejado diáfano para albergar eventos, conciertos y eventos como la Ofrenda, el Mercat de l’Escuraeta o el de artesanía durante la navidad. En esta zona se ha colocado un sistema de toldos no permanentes, similar al que tienen ciudades con muchas horas de sol y calor, para albergar las paradas cuando se organicen mercadillos en la plaza.

Las zonas de mayor sombra y las más cotizadas en estos días de calor están ubicadas junto a la catedral y junto al cruce de la Plaza de la Reina con la de Santa Catalina y el inicio de la calle de Sant Vicent Màrtir. En esta última área se ha instalado un sistema de pulverizadores de agua incorporados en los báculos de iluminación que permite crear un microclima y reducir entre 3 y 5 grados la temperatura en la plaza, según explicaron en su momento los dos arquitectos que idearon su nuevo diseño.