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Vista aérea del interior de las naves de la antigua Fábrica de Hilados de la calle Guatla

Frenazo al hotel y residencia de estudiantes de la SaÏdia

El PSPV cierra filas con Ribó, rechaza el derribo y plantea expropiar las naves para hacer una dotación ciudadana. La Academia de San Carlos se suma al Consell de Cultura y destaca que la fábrica carece de valor

Frenazo al hotel de la Saïdia. El controvertido hotel-residencia de estudiantes previsto en la calle Guala, en un patio interior de manzana ocupado por una antigua industrial téxtil (Fabrica de Hilados Pilar Casanova) llegó ayer al pleno del Ayuntamiento de València, a través de una moción de urgencia del PP, en el que se ordenó la paralización de la demolición de las naves industriales situadas entre las calles Guala, San Bruno, Luz Casanova y Padre Urbano y el inicio del trámite para calificarlas como dotación. La orden de paralización del proyecto llegó pocas horas después de que la Concejalía de Desarrollo Urbano aprobará una resolución en el mismo sentido.

La Concejalía de Desarrollo Urbano, con la socialista Sandra Gómez al frente, aprobó ayer una resolución en la que denegaba el permiso de derribo solicitado por la promotora del hotel-residencia de estudiantes proyectado desde hace años en los terrenos de la fábrica del barrio de la Saïdia. La vicealcaldesa se alineaba así con el alcalde, Joan Ribó, y los vecinos, que se han rebelado contra el proyecto urbanístico y reclaman, con apoyo también del PP, la protección patrimonial de la fábrica para destinarla a uso ciudadano. Sandra Gómez, cuya delegación descartó hace meses la posibilidad de proteger las naves industriales y evitar así el derribo, invocó ayer a "un acuerdo de gobierno", que finalmente llegó al pleno, para conseguir que estas construcciones "sean una dotación pública". La delegación de Urbanismo considera que la ubicación de un hotel en un patio de manzanas rodeado de edificios de viviendas no es lo más adecuado y de ahí la resolución que rechaza el derribo.

El promotor del hotel-residencia de estudiantes de la calle Guatla, en el barrio de San Antonio es Inversiones Gran Valencia (IGV), que cuenta con el respaldo de un fondo de inversión valenciano, ya había iniciado las demoliciones en el perímetro de la fábrica. La posibilidad de destinar a dotación pública la fábrica, cuyo suelo está calificado como residencial compatible con hotelero, obligará al ayuntamiento a acudir a una expropiación del inmueble en caso de no llegar a un acuerdo de compra-venta con la propiedad.

El alcalde, Joan Ribó, como viene informando este diario, ha respondido a la presión de los vecinos contra el hotel-residencia recurriendo a la posibilidad de blindar la fábrica por la vía patrimonial dada la existencia de un panel cerámico religioso de 1935 que gozarían de protección patrimonial genérica como Bien de Relevancia Local (BRL). Para ello ha encargado informes a tres instituciones (Consell de Cultura, Academia de San Carlos y la Universitat de València). La voluntad del gobierno del Rialto de conservar las naves industriales donde estaba la fábrica de Hilados, Trenzados y Tejidos Pilar Casanova no encuentra, de momento, respaldo desde el punto de vista patrimonial. Si hace unos días se conocía el informe del Consell Valencià de Cultura (CVC) que descarta que el conjunto industrial tenga valor patrimonial suficiente para ser protegido, y mucho menos declarado Bien de Relevancia Local, como piden los vecinos, ayer transcendió el informe de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, fechado el 21 de noviembre, que en la misma línea que el CVC apunta que el edificio "no dispone de la relevancia necesaria para su consideración como Bien de Relevancia Local". La academia, al igual que el Consell de Cultura, solo considera merecedores de protección los paneles cerámicos anteriores a 1940 que pueda haber en la fábrica que gozan de protección genérica como BRL.

A los informes de ambas instituciones señalando la ausencia de valores históricos, arquitectónicos y urbanísticos de las naves se añadiría otro informe del arquitecto y experto en patrimonio José María Lozano realizado por encargo del promotor del hotel que desmonta la hipótesis de que la fábrica sea un ejemplo de arquitectura art-deco y asegura que no se trata de un conjunto unitario al ser fruto de proyectos y añadidos de distintas épocas, entre los años 30 y 70 del siglo pasado.

La delegación de Urbanismo también ha recabado el informe de la Dirección General de Patrimonio de la Conselleria de Cultura en relación a la existencia de elementos merecedores de protección en la fábrica. Ribó aseguró esta semana que la licencia de derribo deberá pasar por la comisión municipal de Patrimonio, pese a carecer la fábrica de proteccion, y esta no se tramitará entretanto no estén todos los informes.

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