El ayuntamiento condena al Sidi Saler al derribo

El Ayuntamiento de València, a través de la concejalía de Espacio Público, ha denegado a los propietarios del Sidi Saler la licencia de obras y la licencia ambiental para ejercer la actividad hotelera en el complejo ubicado en la avenida Gola de Pujol 19. Esta decisión, que se sustenta en una resolución firmada por la concejala Lucia Beamud ayer martes 10 de enero, condena al emblemático hotel de 5 estrellas al derribo y su desaparición, tal como ha defendido el alcalde Joan Ribó y el equipo de gobierno formado por Compromís y PSOE en diversas ocasiones.

Esta resolución, avalada por el secretario general Manuel Latorre, explica que Juan José Buj Torró, como representante de las mercantiles Divarian Propiedad SA y Coral Homes SL, que son las propietarios del complejo hotelero abandonado desde hace años, han presentado una solicitud para llevar a cabo una serie de obras de mantenimiento y conservación en este edificio así como para obtener licencia de actividad ambiental.

Tras un largo procedimiento administrativo, iniciado por los propietarios el 30 de septiembre de 2019, la Junta de Gobierno Local denegó el 15 de julio de 2022 los permisos para retomar la actividad hotelera en el inmueble. Ante este acuerdo, la propiedad volvió a recurrir, y la Junta de Gobierno, de nuevo, desestimó a finales de septiembre un recurso de reposición presentado por ambas mercantiles. Además, los servicios municipales emitieron varios informes contrarios a los intereses de los dueños del antiguo hotel.

El 7 de diciembre de 2022, hace pocas semanas, el consistorio notificó a las partes que podían presentar alegaciones a esos informes y, efectivamente, los administrados, presentaron sus alegaciones, el pasado 22 de diciembre.

Ahora, la citada resolución suscrita por Lucía Beamud, a la que ha tenido acceso Levante-EMV, acuerda, en primer lugar, desestimar las alegaciones presentadas por Juan José Buj Torró, como representante de las mercantiles Divarian Propiedad SA y Coral Homes SL.

En segundo lugar, el ayuntamiento ha denegado la solicitud para lograr la licencia de obras presentada por el citado representante, en nombre de ambas mercantiles, "para la ejecución del proyecto básico de regeneración de infraestructura hotelera, redactado por los arquitectos Javier Barcos Berruezo y Manuel Enríquez Jiménez (de Barcos y Enríquez Arquitectos SLP)". Y en tercer lugar, como consecuencia de lo anterior, el consistorio también ha procedido a denegar la licencia ambiental para la actividad de hotel en el en el inmueble sito en la avenida Gola de Pujol, 19, "dado que al no ser posible realizar las obras propuestas no es posible autorizar el funcionamiento de la actividad".

Esta resolución administrativa del Ayuntamiento de València, será notificada a la Demarcación de Costas a los efectos oportunos, y a los propios interesados, por si estiman conveniente recurrir esta decisión en los tribunales, por la vía judicial.

Argumentos para negar los permisos de obras y de actividad

Los técnicos municipales de diversos servicios implicados consideran que no se puede conceder ni la licencia de obras ni la licencia de actividad porque las actuaciones previstas "exceden las obras de mera conservación, entendiendo por tales aquellas obras a efectuar periódicamente para prevenir el deterioro de un edificio o reparaciones puntuales que se realicen en el mismo, con el objeto de mantenerlo en buen estado para que, con una fiabilidad adecuada, cumpla con los requisitos básicos de la edificación establecidos".

Por ende, los informes de la Dirección General del Medio Natural y de Evaluación Ambiental -del 6 de octubre de 2022- y el Servicio Devesa Albufera -de 30 de noviembre de 2016-, ratificado el 24 de febrero de 2022, concluyen que las obras previstas "dificultan la consecución de los objetivos de la declaración de espacio natural protegido".

En resumen, "el edificio del hotel Sidi Saler se encuentra en situación de fuera de ordenación sustantivo de Planeamiento. Las obras descritas superan las de mera conservación y dificultan la consecución de los objetivos de la declaración de la Albufera como espacio natural protegido a la vista de los informes en materia ambiental. Por tanto, en atención a lo dispuesto en la legislación urbanística y ambiental, la instalación de la actividad no es viable con las obras descritas.", concluye el documento.