125 años de Salesianos en València

Llegaron hace 125 años al barrio de Sant Antoni, en la Saidïa, y desde entonces no han hecho otra cosa que crecer y educar. Los salesianos de València celebraron este viernes 1 de diciembre el aniversario de su presencia durante un siglo y cuarto en la ciudad del Turia, un evento que sirvió para poner en valor su legado.

Según se documentó, el 28 de noviembre de 1898, el beato Felipe Rinaldi, inspector de la España salesiana, vivió el comienzo de esta obra en la barriada de la calle Sagunto. Fue una casa de orígenes sencillos con momentos espléndidos desde los primeros días hasta la década 1910-1920 gracias al trabajo de salesianos como Guillermo Viñas, director que dejó huella en esta obra.

Transformación del barrio

Desde el principio, la Casa Salesiana de San Antonio Abad y todas las personas que la integraron, hicieron posible la transformación de un barrio que, en origen, acogía familias muy humildes, apenas alfabetizadas y, en muchos casos, vinculadas familiarmente con los presos del penal de San Miguel de los Reyes.

Pasada la etapa inicial y tras la penumbra de la Guerra Civil, la obra salesiana consiguió recuperar su servicio en las décadas 1946-1966, en colaboración con el arzobispo de Valencia y el salesiano Marcelino Olaechea. Una obra que desde entonces ha sido escuela, parroquia, centro juvenil, plataforma social, teatro, cine y centro deportivo.

1600 alumnos en la actualidad

En la actualidad el Colegio San Antonio Abad-Salesianos atiende a 1.600 alumnos y alumnas mediante la labor de 105 educadores y casi 80 personas de administración y servicios. La Plataforma Social atiende a 300 personas en 11 proyectos distintos gracias a 60 educadores y 20 voluntarios. El Centro Juvenil Amics, cada sábado, abre las puertas a 518 niños y adolescentes del barrio con la dedicación gratuita de 72 animadores, jóvenes de entre 18 y 25 años.

Es una casa salesiana completa, con todos los ambientes pastorales y una serie de propuestas que tienen como finalidad la educación y la evangelización de los jóvenes a través del Itinerario de Educación en la Fe, Deporte Educativo, Animación vocacional, Centro juvenil. Una casa que pone especialmente su mirada en atender a los chicos y chicas en situación de mayor vulnerabilidad en todos los ambientes y, sobre todo, en los distintos proyectos sociales.