Esta es la maqueta de un famoso palacio que ya se puede ver en València

El Ayuntamiento de València ha instalado, junto a las ruinas arqueológicas del Palacio del Real, una maqueta en bronce del desaparecido edificio, basada en los planos levantados por Manuel Caballero del año 1802. Se trata de un proyecto financiado por Turisme CV mediante un convenio de colaboración con la corporación municipal, con el objeto de promocionar, en 2023, la conocida Ruta del Grial. La maqueta ha sido modelada por los escultores José Ramón Puchados y Ángel López, y se ha realizado, a la cera perdida, en la fundición Arte 6 de Arganda del Rey. La elaboración de la maqueta y su peana ha tenido un coste total de 29.247,18 euros.

El Palacio del Real de València está ligado tradicionalmente al Santo Grial, ya que el cáliz de la Última Cena estuvo custodiado en su interior entre los años 1432 y 1437. Siguiendo el relato que hace de los hechos Miguel Navarro Sorní, gran especialista en la materia, el 6 de abril de 1432, Alfonso el Magnánimo trasladó la copa, con el resto del relicario de la Casa de Aragón, a València y lo depositó en la capilla de Santa Catalina del Palacio del Real. Poco después, el representante de la dinastía de los Trastámara partía para Nápoles, de donde ya no regresó.

El 18 de marzo de 1437, el rey de Navarra, Juan de Aragón, hermano del Magnánimo y su lugarteniente en el reino de València, depositó en la sacristía de la catedral, en nombre del monarca, “lo càlser hon Jesu Crist consagrà lo sanguis lo dijous de la cena” y otras muchas reliquias, joyas, ornamentos y cálices (…) “per conservació e tuició de aquelles”. Más allá de estas nobles razones, en realidad, se trataba de una fianza por los importantes préstamos que el rey estaba recibiendo del cabildo y de la ciudad de València para sufragar su política expansionista en Italia, y por los que esperaba recibir en el futuro.

Réplica a escala

Aunque la estancia del cáliz en el palacio se remonta a mediados del siglo XIV, se ha decidido hacer una réplica a escala del edificio tal y como era a principios del siglo XIX porque la planimetría conservada de ese momento es la más completa y detallada. En ella se aprecia bien el detalle de la capilla de Santa Catalina y de las estancias de la reina María, contiguas a ella, que la esposa de Alfonso el Magnánimo mandó remodelar durante su larga residencia en el palau. La maqueta cuenta con una breve explicación alusiva a esta historia en valenciano, castellano, inglés y braille, para su fácil interpretación por propios y foráneos, y por personas con visión reducida.