La contracrónica del pleno: "El amado líder", el "lawfare" y la vuelta de Notario

La ley de Concordia y el estanque contra los asentamientos calentaron el ambiente en una sesión plenaria donde volvió a polarizarse el hemiciclo entre izquierdas y derechas

La alcaldesa María José Catalá mira a la bancada de la oposición.

La alcaldesa María José Catalá mira a la bancada de la oposición. / M.A.Montesinos

José Miguel Vigara

José Miguel Vigara

Hacia las 17, 30 horas, la alcaldesa de València María José Catalá ha dado por finalizado el pleno ordinario de abril en el Ayuntamiento de València. Ha sido una sesión moderadamente tranquila teniendo en cuenta que ha habido temas como la Ley de Concordia, el "lawfare" y el estanque del puente del Ángel Custodio que han calentado el ambiente entre las fuerzas de la izquierda y de la derecha. Sin embargo, no llegó la cosa a más. Nadie se levantó y se marchó. Pese al acoso de Compromís y PSPV a la concejala de Vox Cecilia Herrero por su comentario "racista" contra un exdiputado de Podemos, la regidora voxista aguantó. Aunque se le mostraron una larga de lista de tuits firmados por ella, que generaron una enorme polémica en las filas de la oposición.

A primera hora, hubo tiempo, en la cara más amable del día, para dar la bienvenida a Lluïsa Notario, la concejala de Compromís que ha tomado posesión hoy en sustitución de Joan Ribó, que había dimitido tiempo atrás para facilitar el relevo en la formación valencianista.

Además, la alcaldesa ha estado en un papel muy de mediadora, dejando a Juan Carlos Caballero, el portavoz del PP, que bajará al fango para responder en temas delicados a los concejales del PSOE y de Compromís. Caballero nos volvió a sorprender con su verbo más crudo para responder a los ataques de la socialista Maite Ibáñez al bipartito por el estanque contra asentamientos que se va a construir debajo del Puente del Ángel Custodio. También para repeler a la portavoz de Compromís Papi Robles, que habló de persecución judicial en el hemiciclo.

Eso sí, Catalá no perdió la oportunidad de dedicarle unas palabras a Pedro Sánchez: "El amado líder -le espetó a la concejala socialista Sandra Gómez- nos dijo ayer que había que quitarle fango a la política, así que hágale caso", le dijo a la portavoz del PSPV, a la que conminó a rebajar la tensión en el hemiciclo. Eso, después de que Gómez, la interrogase sobre los "pseudomedios" que se dedican a publicar bulos y fake news para desprestigiar a los gobernantes y sobre la propaganda institucional que hayan podido recibir del consistorio. En otro momento, Catalá también le dijo a Papi Robles, que no estaba murmurando por lo bajo, tal como le recriminó la concejala valencianista. "No me pidan que sea una estatua, no he dicho nada pero no puedo estar sin hacer nada ante los comentarios que oigo", dijo la alcaldesa. Y aclaró Catalá, "yo no voy a iniciar una caza de brujas contra los medios", en respuesta a Catalá. Y menos porque lo haya ordenado Sánchez, deslizó la máxima autoridad municipal. Sobre comentarios por lo bajo, ya es la segunda o la tercera vez que la concejala María Pérez, PSPV, pide a la presidencia que pare los comentarios que tratan de interrumpir a quien hace uso de la palabra. Son de mal gusto, se quejó Pérez, con razón.

Y más. Robles se mostró muy dura con el PP, a cuyos concejales les recordó que una sentencia condenó como "organización criminal" a este partido, y le advirtió al gobierno municipal que la denuncia presentada por un asesor del grupo popular contra ella no la va a callar. "Lawfare" se llama eso. Eso, dijo Robles que le hicieron a Mónica Oltra y que ahora le están haciendo a Pedro Sánchez. Y Caballero vuelta a lo suyo: "No difamine y no la difamarán", le replicó.

Otro que estuvo punzante fue Borja Sanjuán que apretó a María José Ferrer a cuenta del presupuesto municipal y de la inyección de 42 millones que ahora se han metido al capítulo de las inversiones y los gastos del ayuntamiento. La popular Ferrer se defendió ante los ataques del exconcejal de Hacienda, que tachó de "chapuza" el documento presupuestario aprobado por PP y Vox allá por noviembre del año pasado. La veterana regidora destacó el nivel "histórico" de cumplimiento de las inversiones del equipo de Catalá. Lo de los socialistas sí son "falsedades", comentó.

Y camisetas. Borja Sanjuán y la valencianista Lucía Beamud no perdieron la ocasión de lucir camisetas con mensajes provocadores. Y en el ámbito vecinal, el presidente de la AVV La Roqueta Miguel Sánchez le regaló a la alcaldesa un libro dedicado sobre las supermanzanas. Libro que espera que la convenza para hacer la de su barrio. Porque para Sánchez (ojo, Miguel), las supermanzanas no son tan feas como le parece a Catalá la de la Petxina.

Y fin. Fin a los plenos en el pleno de la Diputación de València. Si no pasa nada, en mayo, los concejales de la corporación municipal de València volverán a debatir en el ayuntamiento ya que están casi acabadas las obras de rehabilitación del hemiciclo .