Si hay alguna expresión o frase hecha que hunda sus raíces en la lejanía de los tiempos y que ni siquiera hoy en día se sepa a ciencia cierta cuál es su origen y por qué surgió o se construyó en la forma en la que la conocemos hoy en día, esa es 'Buscar (o buscarle) tres pies al gato'.

El significado de 'Buscar tres pies al gato' es buscar ocasión de pesadumbre y enojo mediante sofisterías. Lo más habitual durante siglos fue nombrar cinco pies en vez de tres por la sencilla razón de que buscar tres pies a un animal que tiene 4 no parece muy complicado, mientras que encontrarle cinco es del todo imposible.

De hecho, en textos hasta el siglo XVII la expresión aparece con cinco pies en vez de tres. Respecto a esa frase, Sebastián de Covarrubias explica en la obra "Tesoro de la lengua castellana o española", de 1611, que la expresión proviene "de que uno quiso probar que la cola del gato era pie". De ahí el significado de esta expresión hecha.

Sin embargo, apenas unos años antes, en 1605, ya aparece esta frase tal y como la conocemos hoy en día. Y lo hace nada más y nada menos que de manos de Miguel de Cervantes en "El Quijote", donde el noble hidalgo asegura en un pasaje: "No le busque usted tres pies al gato".

No está claro si aquí el autor cometió un error o si éste fue más bien fruto de la locura de su protagonista y no fue si no una muestra más de sus disparates. Sea como fuere, lo que opinan muchos de los lingüistas es que de una forma u otra fue Cervantes quien, probablemente, popularizó esta versión hasta el punto de haber llegado intacta a nuestro días.

Origen de la expresión 'Buscar tres pies al gato'.

El papel de los versos

Otra explicación también comúnmente aceptada por los etimólogos es que 'buscar tres pies al gato' no se refiera propiamente a las patas del felino sino a las sílabas que sustentan la palabra gato, tal y como sucede en los versos.

Así, 'buscar tres pies al gato' (tres sílabas en una palabra de dos) sería del todo imposible y se referiría a la intención de complicar un asunto en demasía.

Cuál es realmente el origen de esta popular expresión no está del todo claro y, a lo mejor, es preferible que así sea porque, como bien decía mi abuela, "no le busques tres pies al gato, que le vas a encontrar cuatro".