Ésta es la propuesta del director del Departamento de Ciencias de la Tierra del Centro Nacional de Supercomputación, Jose María Baldasano, quien ha explicado en una entrevista con Efe que estas ciudades han de contar con centros comerciales integrados, y no situados a las afueras y frenar la construcción de casas individuales.

En la gestión de basuras, lo primero es separar y reciclar al máximo, pero actualmente las plantas de reciclaje y compostaje de la basura orgánica tienen una eficacia de entre el 40 y el 50 por ciento, y el resto de la materia, o se incinera para obtener energía, o acaba en un vertedero, ha señalado Baldasano durante uno de los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid.

"No podemos llenar de vertederos un país donde no sobra el territorio ni enterrar recursos energéticos en un país donde estos son escasos", ha advertido el científico, que ha afirmado que grandes ciudades en España necesitan nuevas incineradoras.

El investigador ha rechazado el argumento de que estas instalaciones contaminan y son perjudiciales para la salud, señala que las dioxinas ya no son un problema porque existen sistemas para su captación y tratamiento, y los límites de emisión de contaminantes que se les requiere son más exigentes que los de cualquier otra instalación industrial y que lo serán aún más en breve.

Por ello, estas plantas podrían situarse incluso en el interior de ciudades, como en París o Londres, donde el crecimiento urbano las ha absorbido.

Una gran ciudad que quiera un aire menos contaminado debe contar también con aparcamientos de pequeños coches eléctricos públicos que los ciudadanos pudieran alquilar como se hace hoy en Barcelona con las bicicletas, un vehículo difícilmente exportable a las ciudades españolas que no son planas.

Este servicio y un enérgico fomento del transporte público colectivo serían imprescindibles para mejorar la movilidad en la urbe y la calidad del aire, "a menos que el parque de automóviles se sustituya por vehículos de hidrógeno o eléctricos".

Otros ingredientes necesarios son fomentar el hábito de compartir coche o una planificación urbana sin las "aberraciones" que suponen grandes superficies especializadas alejadas 300 metros que tengan cada una su aparcamiento y hagan necesario desplazarse en coche.

Las ciudades mediterráneas deben esforzarse para recortar la emisión de contaminantes más que las otras europeas, ha advertido Baldasano, porque la escasez de lluvias y la menor intensidad del viento hacen que los contaminantes se acumulen.

La ciudad responsable con el medio ambiente -según Baldasano- deberá pagar por sus servicios, como el agua potable, y el ciudadano tendrá que saber por qué paga: es negativo que actualmente "se haya juntado de forma opaca" el impuesto para la gestión de basuras con el de la contribución.