La fruta es uno de los alimentos que debemos tomar a diario. Muchas veces los cambios de temperatura provocan un deterioro de la fruta, cambio de color y se vuelve más oscura. También puede afectar a su sabor y estar algo más agria de lo habitual. Aquí te recordamos cómo aprovechar la piel de naranja para sacarle brillo a tu cocina.

Para que no te pase nada de los anteriormente descrito, toma nota y conoce los siguientes trucos para que la fruta no se oxide y mantenga su buen aspecto de siempre y resulte apetitoso. Estos son nuestros consejos de cocina:

Cortar la fruta

El primer paso a tener en cuenta es asegurarse de que el cuchillo empleado para cortar la fruta está en buen estado. Es decir, que no tenga óxido, esté desgastado o sucio. Podría afectar negativamente a la fruta.

Antioxidantes

Para evitar que la fruta se oxide antes de tiempo puedes hacer uso de antioxidantes. Uno de los más conocidos es el limón, que contiene ácido cítrico y es rico en vitamina C, lo que le permite actuar como un antioxidante muy potente que conservará la fruta fresca por más tiempo.

A buen recaudo

Otro de los trucos para que la fruta siga fresca es trocearla y guardarla en un tupper. Eso sí, hay que asegurarse de que esté herméticamente cerrado para que no entre aire y se estropee el invento. Otra opción sería guardar las piezas de fruta en una bolsa que se pueda cerrar al vacío.

Agua fría

Otra buena idea es conservar la fruta a trocitos en un recipiente con agua fría. Si añades un chorrito de limón conseguirás que tarden más en oxidarse y estén mejor conservados. Incluso un poco de vinagre blanco o de manzana solucionarán el problema.

Servilleta

Para evitar que la fruta se oxide también puedes poner en práctica el truco de la servilleta. Envuelve la fruta con una servilleta mojada. Seguidamente introdúcelo en un tupper herméticamente cerrado y cuando te dispongas a comerte la fruta notarás como sigue fresca y sabrosa como al principio.