El paso de los años y la aparición de las canas van de la mano, y es normal que a partir de la mediana edad el cabello empiece a teñirse de blanco. El cabello tiene pigmentación gracias a unas células llamadas melanocitos, y éstas al mismo tiempo, se originan a raíz de las células madre. Por lo tanto, el pelo capilar pierde pigmentación porque con la edad el metabolismo cada vez produce menos células madre.

No obstante, hay más factores a parte del paso del tiempo que pueden contribuir a que el pelo cambie de color, como el estrés. Ya-Chieh Hsu y su equipo de la Universidad de Harvard ha realizado un estudio en ratones que parece confirmarlo. Los investigadores dividieron a ratones de pelaje oscuro en dos grupos, y sometieron a uno de los grupos a situaciones de estrés, como aislarles o dejarles la luz encendida durante toda la noche. Con el tiempo este grupo de roedores presentó más manchas blancas que los del otro, que no habían sufrido situaciones de tensión.

Sin embargo, otro estudio publicado en la revista científica eLife parece haber probado que esta respuesta fisiológica al estrés puede ser reversible. La científica Ayelet M. Rosenberg y su equipo, de la Universidad de Columbia de Nueva York, escogieron a catorce personas voluntarias de 35 años de media, de las que tomaron muestras para tratar de averiguar las causas que provocan la aparición de las canas.

Tras disminuir sus niveles de estrés, observaron que el pelo de los voluntarios recuperaba su tono original, a pesar de que el extremo de la fibra capilar continuase siendo blanco. De todas maneras, los investigadores aseguran que, pese a que la aparición de las canas pueda ser reversible en algunos casos, existe un punto de no retorno al rededor de la mediana edad, en la que por muy bajos que sean los niveles de estrés, no es posible recuperar la pigmentación en el cabello.