El Hospital General de València ha creado su servicio de Oncología Radioterápica propio gracias a la puesta en marcha de un acelerador lineal y un TAC públicos, según ha informado la Generalitat. Estos equipos, que fueron donados por la Fundación Amancio Ortega, han permitido que se haya empezado a tratar a los primeros pacientes sin que tengan que ser derivados a una empresa externa.

Carmen García Mora, jefa del servicio de Oncología Radioterápica, ha explicado que el hospital contaba en sus propias instalaciones, desde 1998, con dos aceleradores lineales gestionados por la empresa Eresa. Actualmente en el centro existen un acelerador de titularidad pública y otro que pertenece a Eresa, con la expectativa de que en un futuro se llegue a tener otro acelerador propio y que los dos sean públicos.

El departamento València-Hospital General atiende una media anual de 1.000 a 1.200 pacientes aproximadamente, que requiere el funcionamiento de dos aceleradores lineales.

Según García Mora, "la puesta en marcha de este servicio está siendo gradual hasta que alcance su pleno funcionamiento. Ya hemos empezado a tratar a los primeros pacientes y organizado el flujo de trabajo y pronto tendremos instalada la petición electrónica para las consultas externas. Todo el proceso de la puesta en marcha del servicio requiere de un trabajo muy importante por parte de Informática".

El servicio también cuenta con un TAC de simulación específico para radioterapia de última generación, que se donó junto al acelerador. "Para realizar el tratamiento radioterápico es necesario hacer previamente un TAC al paciente en la misma posición en la que se le va a tratar para delimitar las estructuras de interés, de manera que el tumor reciba la dosis adecuada para su tratamiento y los órganos sanos cercanos reciban la menor dosis posible", ha añadido la jefa del servicio.

Para la creación del servicio de Oncología Radioterápica se ha contratado a cinco facultativos especialistas, cinco técnicos en radioterapia, dos enfermeras, dos técnicos auxiliares en cuidados de enfermería y un auxiliar administrativo.

También se ha hecho una obra para que este equipo disponga de cuatro consultas, dos de ellas nuevas, una nueva área de trabajo para radiofísica y una sala de reuniones.

La creación del servicio de Oncología Radioterápica requiere del trabajo conjunto con el servicio de Radiofísica Hospitalaria, que también se creó y empezó a funcionar en 2019 como servicio público y propio del hospital.

Tal y como ha explicado Rafael García Mollá, jefe del servicio de Radiofísica Hospitalaria y Protección Radiológica, "nosotros nos encargamos de realizar las mediciones, calibraciones y comprobar que el acelerador lineal funciona correctamente. Una vez se hacen las mediciones, se introducen en el sistema de planificación para hacer el cálculo de la dosimetría que requieren los pacientes, donde los radiofísicos, a petición de los oncólogos radioterápicos, llevamos a cabo el tratamiento".

De este modo, el oncólogo radioterápico trabaja en estrecha colaboración con oncólogos médicos, cirujanos y otros facultativos para coordinar la atención médica más adecuada a cada paciente, identifica las áreas a tratar e indica la prescripción del tratamiento. Así, los radiofísicos realizan la dosimetría con el fin de irradiar los tumores cancerosos y minimizar la dosis que reciben los tejidos normales.

El servicio de Radiofísica Hospitalaria y Protección Radiológica lo integran cuatro radiofísicos, dos técnicos de radioterapia, dos técnicos de protección radiológica y un auxiliar administrativo.

Estos, además, realizan los controles de calidad exhaustivos de los equipamientos utilizados en radioterapia, ya sean aceleradores de electrones, equipos de braquiterapia u otros.