Una niña británica de nueve años ha sido ingresada en rehabilitación por su adicción severa al ´Fortnite´. La menor comenzó a jugar al videojuego de moda en enero, cuando sus padres le regalaron una Xbox, pero no empezó a mostrar signos de adicción hasta dos meses después.

Según el diario Mirror, las alarmas saltaron cuando una profesora pidió una tutoría con sus padres para hablarles de empeoramiento brusco de las notas de la menor, quien además se había dormido en clase un par de veces.

Poco después la niña comenzó a saltarse las clases de gimnasia y ballet, a las que acudía con asiduidad, alegando que estaba muy cansada. Los padres se dieron cuenta además que la niña se había vuelto inusualmente contestona y agresiva, algo que achacaban a las hormonas.

La madre descubrió que su hija se gastaba cada mes unas 50 libras con su tarjeta de crédito en pagos a Microsoft para mejorar su personaje en el juego. Fue entonces cuando los padres castigaron a la niña y limitaron su tiempo con la videoconsola a una hora entre semana y dos los fines de semana.

El peor momento llegó una noche que los padres descubrieron que su hija se había orinado encima para poder seguir jugando al ´Fortnite´. "Estaba tan enganchada que ni siquiera iba al baño", explicó su madre al diario británico. En ese momento la menor confesó que había estado jugando en secreto todas noches desde hacía dos meses. A día de hoy, se encuentra recibiendo terapia para recuperarse de su adicción.