La creciente población de jabalíes provoca desde hace años las quejas de los agricultores por los daños que ocasionan en sus cultivos, en los que ya arrancan incluso fruta del árbol. En Alzira son visibles sus huellas en los campos de muchas partidas rurales y se ha documentado en videos su presencia en zonas repletas de diseminados y caminos más o menos próximos al núcleo urbano. Días atrás, una joven que paseaba su perro por la calle Massalavés, el vial que sube desde la avenida Padre Pompilio al colegio Teodoro Andreu y la escuela infantil Llorenç Giménez, se topó con uno que vagaba a media tarde por los solares del bajo Torrejó que lindan con esta calle.