El 15 de agosto se cumple un año del terrible incendio que arrasó 20.000 hectáreas, pero el pueblo reinventa la economía local mientras celebra la vida y prepara un acto reivindicativo de conmemoración.

Han pasado 12 meses y las gentes de Bejís, Torás, Teresa y Sacañet tratan de recuperar la normalidad después de aquel desastre forestal que cambió sus vidas de manera cruel, 

pero hoy resurgen de sus cenizas. 

Cuando se levanta la mirada y se contempla a la montaña ya se pueden ver brotes verdes, pequeños pinos y otras especies vegetales que han aflorado. La economía local remonta a pasos agigantados y lo más importante, los lugareños logran día tras día llenar el pueblo de vida y de sonrisas. La ciudadanía se ha unido más que nunca, Todo el mundo se vuelca y está más activo a la hora de participar en cualquier actividad que organiza el municipio y es que Bejís está más vivo que nunca.