De discoteca maldita a supermercado. De entre las cenizas de la antigua sala «Coolor», en Picassent, está resurgiendo una nave comercial. La actuación, que ha despertado un inusitado interés entre el vecindario ante la incertidumbre de qué cadena está detrás de la iniciativa, se encuentra prácticamente terminada, incluso con las plazas de estacionamiento habilitadas.