La crisis humanitaria no acaba en Canarias. El Gobierno diseña ahora la acogida fuera del archipiélago y para eso el Ministerio de Seguridad Social y Migraciones ha contado con la ayuda de la ministra de Defensa: acuerdo para la creación de dos campamentos en terrenos militares localizados en la Comunidad de Madrid. Se siguen buscando emplazamientos que se sumarán a las 70 localidades donde llegarán gran parte de los miles de inmigrantes llegados a las costas canarias. Aquí es donde aparece la tensión política. "No puede ser que yo, como presidenta de la Junta, me entere de que vienen 180 personas a Malpartida porque el alcalde se entere por un grupo de WhatsApp", dice la presidenta extremeña María Guardiola. Los presidentes del PP hablan de deslealtad institucional por parte del Ejecutivo. "Creo que estas cosas hay que hacerlo de forma coordinada y con máxima cooperación, siempre, siempre", asegura el andaluz Juan Manuel Moreno. Y un grado más aplica la presidenta madrileña en el reproche. "A los inmigrantes no se les puede tratar como fardos", afea Isabel Díaz Ayuso. A esta escalada verbal replica con indignación el ministro del ramo, José Luis Escrivá, tachándola de lamentable, falso y con tintes xenófobos. Desde su ministerio recuerdan que todos los servicios asistenciales los dispensará el Estado y no las administraciones locales.