Desde el interior del barco los responsables del crucero, a través de la megafonía, explican la situación. A bordo hay 1.500 personas que se indignan. Muchos se han quedado sin viajar. El crucero no se puede mover tras detectarse que los visados de casi 70 bolivianos son falsos. Según denuncian, al hacerlo se aseguraron de no dejar pruebas. Muchos de ellos pretendían quedarse en España, pero ahora piden que se les deje salir del barco, aunque sea para volver a Bolivia. Una tarea en la que ya están trabajando, según un comunicado del Gobierno boliviano.