"Hemos venido desde Manises para ver el incendio". Un grupo pequeño de personas se sienta en el césped de un parque cercano al edificio calcinado en la calle Maestro Rodrigo. Cerca de ellos una mujer de mediana edad se hace un selfie con la finca ennegrecida y un hombre mayor llega con su nieto y un perro: "no somos del barrio, hemos venido a ver el edificio", cuentan.

Este sábado cientos de personas paseaban por los aledaños del edificio incendiado en Campanar, entre la indignación de sus vecinos y comerciantes. Ciclistas que sacaban el teléfono de sus mallas para hacer una foto, o jóvenes con un trípode para grabar vídeos para redes sociales.

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