Se acabó el sueño de Calleja en el Villarreal. Fue canterano y jugador, y como entrenador empezó en el cadete y escaló hasta el primer equipo, donde su brillante trayectoria se frenó. Javier Calleja, destituido ayer, asumió la decisión del club. Aseguró que han intentado «remar» hasta el final aunque no ha habido «forma de conseguirlo». «No sé si lo esperaba porque quedaba un partido para el parón, pero también sabía que si no llegan los resultados el entrenador es la parte más débil», dijo.

«Ahora viene un técnico nuevo, pasará lo de siempre y espero que el equipo vaya para arriba», agregó Calleja, quien también puntualizó que tenía una idea de juego y que la ha mantenido hasta el final al tratar de ser consecuente con ella, pese a los matices. «Hemos buscado otras variantes, hemos intentado otras cosas, pero al aplicarlas pensaba que me traicionaba a mí mismo».