El Complejo Administrativo 9 de Octubre de Valencia acogió el pasado viernes la presentación del concurso de vinos de Proava, un certamen dirigido exclusivamente a vinos producidos en el ámbito de la Comunitat Valenciana que desde este año adquiere el reconocimiento oficial del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente al incluirlo en el listado de concursos oficialmente reconocidos, algo que ya avanzó Levante-EMV en estas mismas páginas el pasado 7 de enero y que convierte al concurso en el único de carácter oficial dedicado al vino valenciano.

A la presentación asistieron la consellera de agricultura, Elena Cebrián; junto al secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural, Francisco Rodríguez Mulero; la directora general de Desarrollo Rural y PAC, María Teresa Chàfer; el presidente de la Asociación para la promoción agroalimentaria de calidad de la Comunitat Valenciana (Proava), Félix Cuartero; y el presidente del panel de catadores de las últimas ediciones del certamen, el ingeniero agrónomo José Vicente Guillem.

Los representantes políticos mostraron su satisfacción «por esta homologación, que es el certificado que equipara el certamen a otros de la talla de los Bacchus, que organiza la Unión Española de Catadores», indicó la consellera Cebrián, quien también quiso reconocer la trayectoria de Proava, que «va más allá de la organización de la Mostra y que siempre ha trabajado para aumentar la promoción y el consumo de los productos agroalimentarios valencianos».

Por su parte, Félix Cuartero afirmó que «la obtención de este reconocimiento era algo que perseguíamos desde hace tiempo, pero que se forjó el año pasado. A mediados de octubre ya nos reunimos con los técnicos de la Conselleria de Agricultura para elaborar las bases y tramitar la solicitud al Magrama. Tras esto, a finales de diciembre apareció en el Boletín Oficial del Estado la resolución en la que se nos incluía en el listado de concursos oficialmente reconocidos en España».

En la presentación también intervino José Vicente Guillem, presidente del panel de catadores, quien defendió el rigor, transparencia y pluralidad del concurso, ya que «los catadores provienen de diferentes sectores —enólogos, sumilleres, técnicos, periodistas, catadores, etc.— y así es muy difícil no tener una valoración global de cada cata.

Un certamen «para todos los valencianos»

Al margen de la certificación del Magrama, la gran novedad en el concurso de vinos de Proava de este año es que la participación deja de condicionarse al hecho de formar parte como socio de Proava, por lo que podrán participar todas aquellas bodegas cuyos vinos se elaboren y embotellen en la Comunitat Valenciana.

El concurso establece siete categorías diferentes: blancos, rosados, tintos jóvenes, tintos con crianza —a su vez subdividido en roble, crianza, reserva y gran reserva—, vinos dulces y de licor, vinos aromatizados y vinos espumosos y cavas —la cata de esta última categoría se realizará al margen del resto el próximo mes de mayo—, y en cada una se otorgarán medallas de oro, plata y bronce a los tres primeros clasificados.

Las catas preliminares de las seis primeras categorías se realizarán el 26 de febrero, mientras que el 4 de marzo tendrá lugar la cata final con los diez primeros clasificados en cada categoría. Las bases del certamen advierten que para poder otorgar premio en una categoría deberán participar en ella un mínimo de 10 vinos.